or fin termina enero! A pesar de los repetidos anuncios de que México ya superó la recesión, las ventas del comercio estuvieron muy flojas y faltó el dinero en el bolsillo de los consumidores. El 68 por ciento de las personas que encuestamos esta semana dijo que la cuesta de enero estuvo muy pesada; 25 por ciento la sintió igual que todos los años, y 7 por ciento, el sector de los optimistas, opina que estuvo leve.

Metodología

Esta semana 2 mil 19 personas contestaron el cuestionario que les hicimos llegar por correo electrónico. Algunas acompañaron sus votos con su opinión; todas pueden leerse en el foro. En seguida reproducimos una selección de fragmentos.

Opiniones

La cuesta de enero es agobiante: más impuestos, los productos básicos por las nubes y los salarios sólo aumentaron 2.40 pesos. En fin, por acá en provincia la cuesta de enero dura todo el año, no hay empleo, la canasta básica sube y sube y la violencia, imparable.

Guillermo Pomares Bortoni/Ciudad Mante

Dependemos completamente del turismo. Con la inseguridad a causa del narco y los asaltos, el gobierno está matándonos. Vivimos ya en una anarquía total, donde el gobierno es de mentiritas.

Cristina R. Krebs/Ixtapa

Está difícil por tanto aumento a los combustibles y canasta básica, y peor si no tienes trabajo, como es mi caso. No creo que pronto se mejore, así que está crítica la situación.

Enrique Urbina/Distrito Federal

Es una mentira que vamos saliendo de la crisis, en ella estamos desde hace mucho tiempo y no hay indicios de que se esté haciendo algo para salir adelante, a menos que seamos parientes o cuates de las gentes en el poder. En cuanto a mi situación, es la misma de cada año, sin empleo y sin esperanza de conseguir uno.

María de los Ángeles Hernández/Querétaro

Mientras los bolsillos sigan vacíos, la crisis no se acaba.

Enrique Gómez de la Rosa/Distrito Federal

Yo no resiento la cuesta de enero gracias a que en este pueblo vivimos de las remesas de los migrantes que tienen familiares en casi todo el municipio. En diciembre, cuando vienen de visita, por el frío seco de acá casi todos se enferman de gripe, y como yo tengo una farmacia, cuando llega enero ya tengo las mejores ventas del año.

Roberto Espinoza/Morelia

El actual inquilino de Los Pinos termina todo por decreto: terminó el peligro de la influenza AH1N1 y también la recesión. ¿Por qué no terminar la cuesta de enero por decreto? A fin de cuentas a él no le afecta.

Ignacio Rojas Rodríguez/Querétaro

Cobro a la quincena, y el día 11 de la quincena pasada ya no tenía dinero, y ahora el 26 ya no tengo. Pido prestado para los camiones, y eso va minando mi economía, porque cuando cobro tengo que pagar, además de que todo subió. Lo único bueno de este año es que me deshice de todas las tarjetas de crédito. Creánme que las extraño, pero sé que a la larga me va a beneficiar.

Martha León/Distrito Federal

Mi poder adquisitivo se ha reflejado en una reducción de 40 por ciento (gastaba $1,000 quincenales en despensa, y ahora, por los mismos productos $1,400). Las declaraciones oficiales son, desde luego, vacías y falaces. Incluso ya nos estamos preparando para el aumento a la leche Liconsa.

Juan Viveros Zuaso/La Paz

Calderón y su gabinetazo creen que somos unos bobos, piensan que, al más puro estilo de los prinosaurios, con sus declaraciones ya, por arte de magia, nos van a convencer, pero nuestros bolsillos no dan para creer tanto. Foxilandia no se fue con Fox, tal parece que le heredó el trono al señor de las manos limpias y presidente del empleo, aquel que no iba a subir impuestos y en cambio iba a bajar los precios de la luz y los combustibles.

Miguel Ángel Bustamante/Ciudad Victoria

Si se las están viendo difíciles traten este experimento: recorran todos los rincones de su casa llamando al dinero en voz alta y agitando los brazos hacia ustedes como haciendo señales de que venga. No tienen nada que perder. En unos días verán que les llega, no para volverse ricos, pero sí para cubrir sus necesidades.

Tonatiuh Núñez Ramírez/Distrito Federal

Ay, Tonatiuh, de plano te pasas de ingenuo. Esas prácticas esotéricas de barrer la casa hacia afuera el 31 de diciembre, o salir con maletas para que haya viajes, o gritar por los rincones llamando al dinero, no mueven ni a las arañas que allí hacen sus nidos. Aun con un trabajo decente siempre la pasamos gruesa. Yo de pura casualidad tengo un recibo (por no decir tíquet de compra) de hace 10 años, lo guardé precisamente para comparar y monitorear la inflación. Adquirí la semana pasada exactamente la misma cantidad de cosas y pues la realidad es un aumento de 400 por ciento, correspondiente a los sexenios de Fox y Calderón. Me fui corriendo a todos los rincones de mi casa exclamando ¡mi dinero!, ¿adónde va a parar? Para variar, las arañas ni se inmutaron (y eso que las desalojo a escobazos cada que puedo).

Manuel Víctor Ortiz Villarreal/Tuxtla Gutiérrez

(Los textos completos aparecen en el foro).

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