Bruselas, 29 de enero. Ferrán Adrià macht Ferien (Ferrán Adriá se toma unas vacaciones), “Adrià vuole ritrovare l’ispirazione” (Adriá quiere recuperar la inspiración) o Le chef étoilé surpris le monde (El galardonado chef –con varias estrellas Michelin– sorprende al mundo).

Los editoriales y titulares de los medios más prestigiosos de Europa no fueron esta semana para el desembarco en Bruselas de 12 ministros españoles, sino para la pausa creativa que se toma uno de los mejores cocineros del mundo: Ferrán Adriá.

A pesar del enorme esfuerzo desplegado por los ministros del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quienes aterrizaron esta semana en la capital belga para explicar, en diversas comisiones del Parlamento Europeo, las prioridades de la presidencia semestral española de la Unión Europea (UE), el cierre de El Bulli, restaurante de Adrià, se comió los titulares.

Nadie pudo con la cocina molecular

Nada pudieron hacer contra la cocina molecular de Adrià ni Elena Salgado, ministra de Economía; ni Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior; ni Trinidad Jiménez, ministra de Sanidad; ni Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura; ni Celestino Corbacho, ministro de Trabajo e Inmigración.

Ni Le Monde, ni el Corriere della Sera, ni Die Welt, por citar algunos medios de referencia en Europa, dedicaron una sola línea a la masiva presencia ministerial española en Bruselas.

Incluso el prestigioso rotativo económico Financial Times hablaba más de Adrià que de la embajada ministerial española en Bruselas.

¿Algún ministro o ministra español en las portadas de la prensa británica de esta semana? Silencio sordo desde Londres. Ferrán Adrià caused mass despair (Adrià provoca la desesperación general) afirmaba el periódico progresista The Guardian en referencia a que con el cierre temporal de El Bulli, el circuito culinario mundial se queda huérfano.