Puebla, Pue., 27 de enero. El gobierno federal enviará al Congreso una propuesta de reforma laboral con objeto de aumentar la competitividad económica, facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo e incluir en éste a los grupos vulnerables. El documento incluirá un mecanismo de arbitraje para que no haya huelgas eternas que se presten a abusos, no de un sindicato, sino de una dirigencia, como vemos, desafortunadamente, en el caso de Cananea, anunció Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo.

Antes de reunirse con diputados federales panistas, a quienes llevó el mensaje presidencial para que presten su apoyo a la propuesta, el funcionario expuso que no se tocará el artículo 123 de la Constitución, porque es el catálogo de los principios y de los derechos fundamentales, tanto individuales como colectivos, de los trabajadores.

La propuesta –que no iniciativa del Ejecutivo– será llevada por Lozano a las comisiones del Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados y el Senado, respectivamente.

Al preguntarle si la administración calderonista no contempla el rechazo a priori de los sindicatos de cuño priísta, apeló a hacer un lado la coyuntura política, sentarse a la mesa y diferenciar los temas ideológicos y los de cambio estructural.

Creo que es lamentable que se mezcle una cosa con la otra. Sé que la coyuntura político-electoral nos lleva a veces a este tipo de terrenos (...) pero estos grandes proyectos de reformas estructurales, como la política, la fiscal, la laboral, son para todos los mexicanos, y el llamado muy respetuoso es: vamos a distinguir una cosa de la otra.

En una expresión de conciliación con el viejo sindicalismo, ponderó a los priístas Carlos Aceves –presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social en el Senado y líder cetemista–, Tereso Medina Alavés –también diputado priísta y cetemista–, Víctor Flores –líder de lo que queda del sindicato ferrocarrilero– y el mexiquense Armando Neira, todos ellos muy cercanos, muy sensibles al tema. Espero que no lo contaminen, sinceramente lo espero.

A decir del secretario, su propuesta ha tomado lo mejor de las 319 iniciativas presentadas en los pasados 11 años, lo que podría abrir la ruta del consenso.

–¿Esta reforma va a alcanzar los intereses de los sindicatos?

–Partimos de la base de respetar el artículo 123 de la Constitución y el 87 de la Organización Internacional del Trabajo, y tiene que ver con procesos que hoy están rebasados en nuestra legislación, pero sí partimos también de la base de respetar la autonomía y la libertad sindical.

–¿Los sindicatos priístas cederán a la idea oficial de modernizar la legislación del ramo?

–Lo que estamos haciendo es perfilar cambios, que a quienes actúan de manera legítima, legal, adecuada, responsable, no les va a afectar en lo absoluto. Pero aquellos que sí quieren mantener prebendas, privilegios, que quieren seguir extorsionando o abusando, bueno, pues claramente se van a encontrar con una propuesta que pretende cerrar las puertas a ello, porque va en contra de la competitividad y, por ende, en contra del trabajo y, finalmente, en contra de sindicatos fuertes y legítimos.

–El llamado corporativismo... –se le insistió.

–Bueno, ¡pero es que otra vez esas figuras! Hay algunas organizaciones del sector obrero que dicen: es que nosotros somos las organizaciones independientes, y cómo cuáles son dependientes, porque yo lo entiendo en la época en la que el PRI era el partido gobernante y las organizaciones principales, centrales del movimiento obrero eran el brazo obrero del partido en el gobierno, pero la verdad les voy a decir, de quien más respaldo, seriedad, sentido de responsabilidad, menos huelgas, más diálogo social, más prudencia, más participaciones tripartitas tenemos, es de los organismos del Congreso del Trabajo, de la CTM, de la CROC, de la CROM, de ferrocarrileros, de petroleros. Es la gente que más a la altura se está portando en los momentos más difíciles. ¡El año pasado fue el año con el menor número de huelgas en la historia moderna de México, sólo 19!