La situación de Salvador (Cabañas) se ha mantenido estable. Su presión intercraneal se ha controlado en parámetros normales. No hemos tenido ningún cambio desfavorable, al contrario, informó el doctor Ernesto Martínez Duhart al dar anoche su reporte.

Agregó que “la estabilización nos da tranquilidad y mantener su presión intercraneal dentro de los rasgos normales nos asegura una buena circulación a su cerebro. No tenemos ninguna complicación, pero la situación es la misma: sigue estando grave y hay que seguirlo manejando igual. Él, primero Dios, podrá responder, pero no está más mal, definitivamente.

“El riesgo y la gravedad siguen –continuó–. Apenas estamos entrando a las 72 horas, entonces hay que esperar todavía. No sabemos cuánto tiempo más permanecerá el edema y cuándo comenzará a bajar. Seguiremos controlándolo con los mismos parámetros que lo hemos hecho hoy”.

Antes del reporte médico, el presidente del América, Michel Bauer, pidió a los medios de comunicación respetar la línea de información, evitar otras fuentes y no adelantarse a los hechos.

El especialista puntualizó que la sedación es necesaria porque el cerebro, cuando está sedado, disminuye su metabolismo y requiere de menos nutrientes y menos función.

El goleador americanista sigue congregando aficionados en el estadio AztecaFoto Notimex

Rechazó que Cabañas pueda ser llevado a Paraguay: A ningún lado. En ningún momento se ha pensado eso. Aquí tiene todo lo suficiente, lo que necesita; sería más riesgo trasladarlo ahora.

Al cumplirse hoy 72 horas de la agresión al delantero del América, Martínez Duhart recordó que en ese tiempo el edema alcanza su pico máximo. Ese es el promedio, pero no quiere decir que pasado mañana ya no tenga edema. Esperamos que no aumente más y poder seguirlo manejando. ¿Cuántos días? No lo sabemos.

Bauer confesó que cada hora que pasa le va cayendo más el veinte de lo ocurrido a Cabañas. “La verdad es que ha sido un shock para todos y cada día que pasa te das cuenta de la realidad, de lo que realmente le sucedió. Para todos ha sido muy traumático y hablo por la gente del club. Convivimos muchas horas con él y, como decimos, le tocó a él pero espero y deseo que a nadie le ocurra lo que le pasó a Salvador”.

“Lo que nos queda –agregó– es lo que hemos hecho. Cuidar su salud, velar por él y darle lo mejor que tenemos, y por otro lado enfrentar la realidad, que poco a poco a poco te va golpeando. Día a día te das cuenta de lo que perdiste o vas a perder. Ojalá lo podamos tener rápidamente bien, de regreso con nosotros”.