En la ciudad de México, quien desee tomar un trago en algún antro después de las 2 horas, puede hacerlo si interactúa con la gente indicada: los tarjeteros, que son la llave para entrar a cualquier establecimiento como bares, discotecas, table dances y hasta casas de cita, donde hay servicio hasta que se vaya el último cliente.

Se encuentran en la Zona Rosa, la Condesa o en Insurgentes, quienes abordan a automovilistas y transeúntes ofreciendo las distintas opciones para quienes deseen bailar o simplemente tomar una copa, para lo cual es necesario que el tarjetero acompañe al cliente hasta la puerta del lugar, ya sea a pie o subirlo al automóvil, es suficiente para transgredir la Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal.

El servicio de estos personajes, que operan en vía pública y trabajan bajo comisión, convierte en letra muerta a un reglamento que intenta, sin éxito, garantizar la integridad de los clientes con la restricción en los horarios de servicio.

Recorrido nocturno

La madrugada del miércoles los centros nocturnos de Insurgentes Sur cerraron sus puertas a las tres de la madrugada. Un convoy de patrullas y la advertencia de iniciar procedimientos de clausura para quienes no acataran la norma provocó la suspensión de actividades.

En la Zona Rosa y la Condesa, la situación es similar. La mayoría de los antros empieza a recoger mesas y a cerrar la barra, incluso antes de las 2:30. “Lo que pasó a Salvador Cabañas y la clausura del Bar-Bar hizo que todos los antros cerraran temprano, porque los operativos están fuertes”, asegura una tarjetera que opera en la calle de Londres.

–¿Quiere seguirla? Lo llevo al Oxford, está en la Zona Rosa. Abajo está la pista de baile y en el primer piso los cuartos. Ahí no hay hora de cierre”, dice un tarjetero. Algunos lo promocionan como casas de citas, otros dicen que es un bar.

Efectivamente, en el bar Oxford, ubicado en la calle del mismo nombre, totalmente oscura, quien pasa por allí y no conoce el lugar, pensaría que está cerrado, pero el tarjetero toca tres veces para que un solícito mesero permita la entrada, incluso sin realizar ninguna revisión, e incluso se puede fumar.

Sin embargo, todos se encuentran en alerta, al grado de que por momentos bajan el volumen de la música y piden el mayor silencio posible, ante el aviso de que el personal de la delegación se encuentra cerca, cuando creen que pasó el peligro, todo vuelve a la normalidad. Es que la delegación anda fuerte, patrón, se disculpa un mesero.

Ante esta situación, a partir de mañana jueves, los jefes delegacionales, en coordinación con el Gobierno del Distrito Federal, realizarán operativos en antros para verificar que se cumpla con el horario fijado en la Ley de Establecimientos Mercantiles para la venta de bebidas alcohólicas y el cierre de estos lugares. El resultado de esta acción se dará a conocer el lunes.