Buenos Aires, 26 de enero. Ante la fuerte movilidad de la oposición, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner advirtió hoy que los sectores que rechazan las medidas de su gobierno frente a determinadas emergencias son los que quieren a una Argentina endeudada y acogotada con un collar, lo mismo que ocurrió durante la dictadura militar, y recordó que cuando algunos gobiernos que sucedieron a ésta se sentaban a la mesa de negociación con los acreedores, los que perdíamos éramos todos los argentinos.

Durante un acto ante cooperativistas en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, la mandataria se refirió al paso dado por el ex presidente Néstor Kirchner en 2005 cuando dispuso adelantar un pago para no acumular intereses y salir de manos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los que quieren que fracase este canje son los mismos de siempre, pero no voy a echarle la culpa a los de afuera solamente porque cuando en 2003 iniciamos este modelo y luego cuando me tocó sentarme en ese sillón de la presidencia me dí cuenta que el problema son algunos de adentro que siempre han colaborado con el saqueo y la expoliación del país, añadió.

La gobernante solicitó a la oposición que proponga algún modelo y que deje de utilizar sólo slogans electorales, cuando sabe que esa ideas no se podrán llevar a llevar a cabo en circunstancias como las actuales y son todas mentiras que se le dicen a la población.

También defendió el Fondo del Bicentenario, y advirtió su decisión de continuar profundizando este modelo a la vez que destacó que de todas las medidas que tomamos desde 2003 a la fecha ni una sola fue apoyada por la oposición; no puede ser que todo esté mal, pero si está mal, yo me pregunto: ¿cuál es el modelo que proponen del otro lado?

Añadió que su gobierno tiene la certeza de que éste es el camino que además permitió en 2009 poder superar el vendaval que significó la crisis financiera internacional.

También recordó que es cierto que las reservas son de todos los argentinos, pero cuando esas reservas desaparecieron no se las llevaron los argentinos, sino que se las llevaron unos poquitos de adentro y muchos de los de afuera; así que vayan con ese cuento a otro lado.

Por otra parte y en un clima caldeado, en uno de los veranos más duros de los últimos tiempos hubo una fuerte reacción tanto oficial como de sectores políticos y organismos de derechos humanos ante dos hechos graves: uno la propuesta del ex presidente (provisorio) Eduardo Duhalde de que los militares intervengan en la lucha contra la inseguridad y otro la compra del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que encabeza el empresario derechista Mauricio Macri de pistolas paralizantes para la policía metropolitana porteña, a pesar de las recomendaciones de los organismos internacionales para no usarlas, porque son instrumentos de torturas.

El ex presidente Duhalde, sugirió desde el exterior recientemente que el gobierno no humillara a los militares por los juicios contra crímenes de lesa humanidad de la pasada dictadura (1976-1983) y ahora pretende ahora involucrarlos en la lucha contra la inseguridad, lo que fue rechazado por los organismos humanitarios y amplios sectores políticos .

También el jefe de gabinete Aníbal Fernández le respondió que la sociedad no quiere que las fuerzas armadas estén en la calle y le advirtió que ningún legislador se atrevería a presentar una propuesta semejante, al recordar que Argentina dictó la ley 24059, que es la norma de seguridad interior, donde dice con toda claridad que las fuerzas armadas no pueden participar en condición de fuerzas de seguridad.

Por otra parte, Guillermo Montenegro, ministro de Justicia de Macri, intentó justificar la compra de algo similar a la picana eléctrica aplicada a distancia, para la Policía Metropolitana, con el argumento de que cualquier elemento puede ser utilizado como arma de tortura, y aseguró que es para cuidarle la vida a la gente.

La pistolas paralizantes Taser X26 que acaba de comprar el gobierno de la ciudad, fueron cuestionadas por el Comité contra la Tortura de la Organización de Naciones Unidas y otros organismos internacionales. El diputado de la legislatura porteña Francisco Nenna repudió esta compra, y sostuvo que el delito no se combate con picanas, mientras que hubo una declaración general de otros legisladores

El rechazo es generalizado y se preven manifestaciones y acciones judiciales contra la futura Policía Metropolitana, que es repudiada por su composición, por la corrupción que se ha comprobado antes aún de aparecer, por el tipo de entrenamiento a la que está sometida y por el armamento que se le está proveyendo.