Miércoles 27 de enero de 2010, p. 26
Davos, 26 de enero. Líderes políticos, económicos y empresariales de todo el mundo abren este miércoles la 40 edición del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, en plena efervescencia por la aplicación de una reforma financiera y mayor regulación bancaria, dos de los grandes ejes de debate de la reactivación tras la crisis.
Los responsables de las grandes corporaciones son más optimistas este año sobre las perspectivas económicas para 2010, pero también están más preocupados por un posible exceso de regulación sobre sus empresas, de acuerdo con un análisis de la consultora PricewaterhouseCoopers.
El informe señala que 27 por ciento de los dirigentes de compañías consultados están ahora extremadamente preocupados
por la amenaza de un exceso de regulación, en comparación con 18 por ciento del año anterior.
La tragedia de Haití, la crisis social que se avecina con la explosión del desempleo y los temores por la economía china son otros de los ejes del Foro Económico Mundial que se celebrará de miércoles a domingo.
Premio especial a Lula
Unos 30 jefes de Estado han anunciado su participación, entre ellos el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, quien recibirá el viernes un premio especial al estadista global
, creado por el foro de Davos para esta edición por su compromiso
, que ha ido de la mano con un crecimiento económico integrador y de justicia social
, indicó el foro.
El jefe de Estado francés Nicolás Sarkozy pronunciará el discurso inaugural, ocasión que seguro no desaprovechará para martillar con la cuestión de mayor regulación financiera, uno de sus caballitos de batalla desde la crisis.
Este tema, en discusión en el G-20 de potencias industrializadas y emergentes desde abril del año pasado, volvió a los primeros planos tras el anuncio del presidente estadunidense Barack Obama de medidas destinadas a limitar el tamaño de los bancos y sus actividades especulativas.
Pero la tarea no será sencilla, ya que los numerosos banqueros esperados en Davos (Deutsche Bank, UBS, Credit Suisse, Société Générale, Morgan Stanley) aprovecharán la ocasión para exigir a los dirigentes políticos que revisen a la baja sus ambiciones de reformas.
Los analistas esperan fuerte presión de los banqueros, que este año volvieron a las costumbres de las primas, a pesar del enojo que provoca esta cuestión entre una opinión pública que sigue viendo al excesivo riesgo asumido por los banqueros como una de las grandes causas de la crisis.