El disparo en la cabeza que recibió ayer en la madrugada el futbolista paraguayo Salvador Cabañas dentro de un bar fue una agresión directa y no un robo, aseguró el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera.

Las autoridades ministeriales recababan testimonios para dar a conocer un retrato hablado o la identidad del responsable, quien presuntamente fue ayudado a escapar por empleados del lugar.

Fuentes judiciales confirmaron que la escena del crimen fue alterada por personal que se encontraba en el Bar-Bar, mismo que no permitió la entrada a las autoridades durante varias horas.

Cabañas fue herido de un disparo en la cabeza en el establecimiento ubicado en el número 1870 de la avenida Insurgentes Sur, en la colonia Florida.

La primera llamada de emergencia que reportó la agresión fue alrededor de las 5:40 de la madrugada, por lo que paramédicos de la ambulancia 10 de Protección Civil arribaron al lugar, donde encontraron al futbolista tendido boca arriba en el baño, con una herida de bala en la frente.

El delantero fue trasladado al hospital Ángeles del Pedregal, donde fue intervenido quirúrgicamente y declarado en estado grave. Sin embargo, los paramédicos confirmaron que Cabañas pudo identificarse él mismo en el traslado y que llegó consciente al nosocomio.

Mancera aseveró que todas las pertenencias del jugador se encontraron en el lugar, por lo que más bien se trató de un acto doloso en su contra y no un robo.

Desconocemos en este momento el motivo, lo que sabemos y podemos presumir, por los indicios y la declaración de las personas que están aquí, es que ingresa al baño y ahí sufre una agresión. Ésta parece de manera directa, agregó.

Aunque las autoridades ministeriales y la Policía Investigadora tuvieron problemas para entrar al bar inmediatamente después del ataque, pudieron trasladar en calidad de presentados a la fiscalía de Álvaro Obregón a Carlos Cázares Ocaña, jefe de piso; Eduardo López y Heriberto González, personal de seguridad. También se presentó voluntariamente el cuñado del delantero, quien se encontraba en el establecimiento cuando ocurrió la agresión.

Obstaculizan investigación

Informes judiciales adelantaron que los empleados podrían estar relacionados con la huida del agresor, ya que presuntamente impidieron el paso a la policía.

Cuando personal de Servicios Periciales, ministerial y de la Policía Investigadora pudo entrar al bar, se empezó a tomar declaración a meseros, gente de seguridad y encargados de atención a la clientela.

El procurador capitalino refirió que posteriormente también le sería tomada la declaración ministerial a la esposa del jugador, María Alonso.

Mancera aclaró que la averiguación previa se abrió por tentativa de homicidio, y señaló que se analizaban los videos de seguridad, cuyas imágenes son borrosas.

Detalló que no se encontró el arma utilizada ni casquillos, pero que la procuraduría capitalina se encargará de toda la parte ministerial, mientras que lo relativo a horarios de funcionamiento y licencias será tarea de la delegación Álvaro Obregón.

En tanto, el polémico abogado Jorge Antonio Domblas encabeza al grupo de litigantes que representa legalmente al Bar-Bar.

Fuentes cercanas al despacho jurídico que encabeza Domblas aseguraron que éste era cliente frecuente de ese centro, al que acudían personalidades del deporte y los espectáculos.

Agregaron que el Bar-Bar trabajaba fuera del horario límite permitido en el Distrito Federal para operar establecimientos mercantiles nocturnos, además de que vendían bebidas alcohólicas después de las 2:30 horas.

Hace una década, Domblas tuvo a su cargo la representación legal del Grupo Tittanium, al que pertenecía la desaparecida discoteca Lobohombo, la cual se incendió en octubre de 2000, con un saldo de 20 muertos.