El club privado Bar-Bar era frecuentado siempre por el mismo grupo de personas: futbolistas, comentaristas deportivos, artistas, políticos, empresarios y hombres escoltados por guardias en autos de lujo. Lo importante, dicen, no es sólo cuánto vas a consumir, sino con quién vienes acompañado.

El acceso siempre fue restringido por un cadenero, que permitía el paso sólo a los clientes de siempre.

Vecinos y dependientes de comercios de la zona, en la colonia Florida, donde se ubica el antro, no se explican cómo un lugar como éste ha funcionado tanto tiempo sin que ninguna autoridad haya verificado su actividad.

Durante el día es un lugar tranquilo y sin ningún movimiento, pero durante las primeras horas de la mañana el flujo de autos de lujo, escoltas y mujeres era permanente, explica un trabajador de la zona.

Elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal resguardan desde ayer el exclusivo antro conocido como Bar-BarFoto Alfredo Domínguez

El Bar-Bar se preciaba de ser club privado y exclusivo que congregaba a la más alta elite futbolera, particularmente los fines de semana, durante los torneos o partidos de la selección méxicana.

Todo mundo quería entrar, tan sólo para ver quién estaba esa noche en el lugar, refiere un vecino de la colonia.

Su fama incluye de todo: dinero, poder, sexo, drogas y mucha celebridad.

La tarde de ayer, el Bar-Bar emitió un comunicado de prensa en el que dio cuenta de la consternación por lo ocurrido en sus instalaciones.

El establecimiento ha operado sin incidentes por más de 25 años y se ha labrado una valiosa reputación, a partir de un trabajo cuidadoso y detallado, y un nivel de servicio que le han ganado algunos de los clientes más exigentes del país, dio cuenta el comunicado.