Veintinueve segundos bastaron para que la mejor judoca del país, Vanessa Zambotti, de Chihuahua, diera cuenta de la neoleonesa Maby Mendoza, con lo que obtuvo la medalla de oro del torneo Tomoyoshi Yamaguchi, y el derecho a encabezar una vez más la delegación nacional a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, ahora en Mayagüez 2010.

Eduardo Ávila, medallista paralímpico, de la Universidad Nacional Autónoma de México, también obtuvo su boleto entre los deportistas convencionales en la división de 71 kilogramos, así como la coahuilense Karina Acosta, en 63, y Sergio García, de esta ciudad, en 100 kilogramos.

Desde que empecé a entrenar con Alfredo Rivera hace apenas unos días he tenido que acostumbrarme a los cambios que estamos aplicando, pero me siento muy bien, comentó Zambotti, quien físicamente se encuentra recuperada de todas las lesiones que eventualmente la acompañan en su carrera deportiva.

Al referirse a que de nuevo volverá a representar al país en la justa regional, la campeona panamericana explicó: siempre es un honor llevar el nombre de México y ponerlo en lo más alto, por lo que se comprometió a salir airosa una vez más.

En su oportunidad, el cubano Rivera destacó que Zambotti es sin duda una de las mejores exponentes que tiene el país en esta disciplina, pero le preocupa que no haya otras competidoras detrás, por lo cual es necesario trabajar más fuerte en la preparación de judocas nacionales.

Quien se mostró satisfecho fue Eduardo Ávila, ya que entre sus planes para el presente año es destacar no sólo en la categoría de los deportistas con capacidades distintas, sino también entre los convencionales.

Entre los cerca de 950 combatientes que se dieron cita en el frontón cerrado de Ciudad Universitaria destacó el cubano Isao Cárdenas –ganador de la medalla de oro en 90 kilogramos–, quien este lunes recibirá su carta de naturalización como ciudadano mexicano.