Viernes 22 de enero de 2010, p. 22
Quito, 21 de enero. El diálogo planteado por la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) a Estados Unidos sobre defensa y seguridad debe incluir la cuestión de las bases militares que Colombia puso al servicio de Washington, destacó este jueves el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Dentro de esa agenda obviamente tendrán que entrar las bases militares en Colombia, que son un foco de desestabilización para la región
, dijo Correa, cuyo país ejerce la secretaría pro témpore de la Unasur.
La secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, envió el martes pasado una carta al mandatario ecuatoriano en la que agradeció la invitación de la Unasur para participar de un diálogo sobre defensa y seguridad.
Clinton pidió una lista de temas propuestos para tal fin, e indicó que las conversaciones pueden aumentar el entendimiento mutuo, además de identificar las áreas de potencial cooperación
.
Correa señaló que la invitación busca limar asperezas
y acercar a dos regiones vecinas
, pero exhortó a no engañarse sobre los alcances del acuerdo mediante el cual Estados Unidos podrá operar siete bases militares colombianas contra el narcotráfico y las guerrillas.
Países como Venezuela y Bolivia rechazan el acuerdo entre Bogotá y Washington por considerar que podría ser utilizado para realizar operaciones de espionaje a otras naciones.
Entre los riesgos que Correa atisba en la utilización de las bases colombianas, está el control de la región
por parte de Estados Unidos y la creación de conflictos armados en países que no van en la línea
estadunidense.
En el campo interno, Correa, nombró como nuevo ministro de Relaciones Exteriores a Ricardo Patiño, uno de los ideólogos del partido oficial Alianza País.
Patiño es el cuarto canciller en tres años de este gobierno y reemplaza a Fander Falconi, quien renunció la semana pasada por desacuerdos con Correa.