La producción de caña cayó a los niveles de la década de los 60, mientras la oferta de azúcar también tuvo un declive, al situarse en 4.9 millones de toneladas, volumen que se prevé sea igual en la zafra actual, por lo que la apertura de cupos de importación ayudará a frenar una excesiva especulación, dijo el dirigente de la Unión Nacional de Cañeros de la Confederación Nacional de Productores Rurales, Carlos Blackaller Ayala.

Señaló que las importaciones deben utilizarse como mecanismo de equilibrio para complementar el abasto interno, no para sustituir la producción nacional. Se estima que la zafra sea suficiente para cubrir la demanda interna de 5 millones de toneladas de azúcar, el problema es que prácticamente no hay un inventario de seguridad y no se prevé que se establezca, pues por el alza de los precios internacionales, para los industriales será más atractivo exportar que mantener una reserva.

Explicó que los cupos de importación por 550 mil toneladas del año pasado –de las cuales se importaron 450 mil– correspondieron a la zafra actual (2009-2010), por lo que la propuesta de la Secretaría de Economía de comprar en el exterior otras 450 mil, a partir de febrero –en plena zafra–, es una señal muy clara de control de precios, en un contexto internacional de las cotizaciones más altas en tres décadas.

El dirigente cañero aseguró que no está en contra de los cupos de importación, pero no es correcto que el anuncio se realice cuando prácticamente se está a la mitad del proceso de producción interno, pues eso genera especulaciones. Hay que hacer una planeación de las compras y paralelamente impulsar una estrategia de financiamiento, disponibilidad de insumos y de maquinaria e inversión en tecnología para que el sector esté acorde a las condiciones actuales.

Convivir con la fructosa

La reducción en la producción interna también abre la oportunidad para que las industrias eleven el uso de alta fructosa, que actualmente es 700 mil toneladas, equivalentes a 12 por ciento del consumo nacional de edulcorantes. “Tenemos que aprender a convivir con la fructosa, no queremos el monopolio del azúcar, pero debe ser en un esquema adecuado, el cual debe incluir el etiquetado.

No hay que olvidar que el valor de la agroindustria cañera es de 50 mil millones de pesos, los cuales forman parte de la economía de productores y de más de 220 municipios de 15 estados. El valor de la caña de azúcar para la zafra en proceso es de 27 mil millones de pesos.