Estocolmo, 20 de enero. Tras el éxito mundial de la trilogía de Stieg Larsson, Milennium, llega a las librerías una última entrega del culebrón desatado desde la muerte del escritor.

Mi amigo Stieg Larsson se titula la primera obra de Kurdo Baksi, ex compañero del autor, que acaba de salir a la venta en Suecia y en realidad tiene muy poco de amistoso. Para la compañera sentimental de Larsson, se trata de una perfecta calumnia.

Durante su trabajo como periodista en la década de 1990 para la agencia de noticias TT, Larsson falsificó entrevistas, escribió textos partidistas y se comportaba como un hipersensible fanfarrón. Estas son, al menos, algunas de las acusaciones que vierte Baksi en el libro, que en España publicará en abril la editorial Destino.

Hasta ahora se han vendido más de 20 millones de ejemplares de la trilogía protagonizada por la heroína Lisbeth Salander. Tres adaptaciones cinematográficas suecas se proyectan ya, y Hollywood tiene los ojos puestos en la saga.

Pero para Baksi, el hecho de que Larsson dotara a Salander de poderes sobrehumanos, tanto para combatir a hombres brutales como para hackear códigos de ordenadores, es fruto de la mala conciencia.

Con 15 años, Larsson presenció sin hacer nada cómo amigos de su misma edad violaban a una chica en su ciudad natal, Umea. La voz de la víctima, que rechazó sus posteriores disculpas, vuelve a hacerse oír claramente en Salander, opina Baksi.

Además de la ex compañera sentimental de Larsson, Eva Gabrielsson, y un ex jefe de TT, la mayoría de críticos calificaron de claramente cuestionable y flojo el libro de Baksi. Pero el hecho de que se publique en la reputada editorial Norstedts refleja el inusitado interés por el escritor fallecido en 2004.

Larsson editó la revista Expo, que investigaba contra el movimiento neonazi, y allí fue donde Baksi lo conoció. Larsson escribió sus novelas en silencio y más bien como algo secundario, hasta que a los 50 años sufrió un ataque al corazón que le causó la muerte. Poco después se publicó el primer volumen de la trilogía.

Con él llegó la fama póstuma y también la disputa por la creciente herencia. Gabrielsson la llevó a los medios con el padre y hermano de su compañero sentimental. Hasta que a finales de año rechazó una oferta de acuerdo de más de 20 millones de coronas. Los ingresos obtenidos hasta ahora de los derechos de autor de libros y adaptaciones cinematográficas superan cifras de seis o siete ceros.

Por el momento, no se atisba el fin de la disputa entre Gabrielsson y la familia Larsson.