A partir de la admiración por la obra y personalidad de Georg Büchner, autor de obras como Woyzek, La muerte de Dantón y Lenz, el joven creador escénico mexicano Edén Coronado escribió y dirige la puesta en escena La muerte de Büchner, obra que no busca ser biográfica, sino conjugar los diversos intereses del dramaturgo alemán.

Para Coronado, Büchner –quien fue además médico y activista político durante las primeras décadas del siglo XIX– es uno de los dramaturgos alemanes más relevantes del teatro contemporáneo occidental, pues se considera que de no haber muerto tan joven –a los 23 años–, hubiese adquirido la importancia de Goethe o Schiller.

La idea inicial fue poner en escena La muerte de Dantón, sin embargo, al indagar sobre la vida de Büchner, la personalidad de éste se sobrepuso y fue así que Coronado se dio a la tarea de escribir un texto en el que se reflejara su manera de entender el mundo, óptica en la que se entreteje lo científico, por su trabajo de médico, su visión política, que es de un profundo humanismo, y su obra poética.

Abordar la personalidad y ciertas reflexiones de Büchner, según Coronado, tuvo el propósito de conocerlo y con ello entendernos nosotros mismos.

No se propone una perspectiva biográfica, explica, pues lo que se pretende es conjugar con lo que intuyo fueron sus motores internos, como el tiempo, la patria, el amor, la muerte, la vida, la existencia, la locura de la pasión... y cómo esos temas resuenan en los espectadores contemporáneos.

Los actores Mauricio Jiménez y Bernardo Gamboa durante un ensayo del montaje La muerte de BüchnerFoto Roberto García Ortiz

Esos elementos se expresan a partir de dos vertientes simbólicas fundamentales, continúa Coronado: “La cabeza que piensa; esto es, pensando en los personajes y la demencia de Woyzek o la de Lenz; o la cabeza rodante guillotinada de Dantón.

“Me parece que ahí había un motor muy poderoso en la obra de Büchner. Y, por otro lado, encontramos su afán por la disección de un corpus para entender algo que no comprendemos a simple vista.

“La idea fue jugar de manera simbólica con la autopsia del propio cuerpo de Büchner, pero mediante el corpus de la pasión, del tiempo, de aquellos conceptos que rigen el mundo. Intentar diseccionarlos”, asevera Edén Coronado.

Con la compañía El Rinoceronte Enamorado, de San Luis Potosí, la obra en todo momento pone de manifiesto la palabra reflexiva o metafórica. Lo que quisimos fue ponernos serios, pero no necesariamente solemnes; ese fue el reto, añadió el creador escénico.

Ponernos serios, pero no aburridos y densos, para hablar de algo que tiene su seriedad.

Ganadora del Premio de Dramaturgia Manuel José Othón 2009, en La muerte de Büchner actúan Bernardo Gamboa, Mauricio Jiménez, Antígona González, Enrique Ballesté y Antonio Herrero. Con iluminación de Gabriel Pascal, escenografía y vestuario de Edyta Rzewuska, la obra se estrena hoy a las 20:30 horas en el teatro El Milagro, calle Milán 24, colonia Juárez, entre Lucerna y General Prim, a dos cuadras de Reforma e Insurgentes.