El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, rechazó que la propuesta de reforma política impulsada por el Ejecutivo tienda al bipartidismo o busque allegarle más poder al presidente de la República.

Cerrar las puertas a la representación política de la izquierda sería un error que podría inclusive atentar contra la estabilidad. La izquierda hoy cumple una importante función de estabilización, dijo.

En el arranque de la discusión pública de la iniciativa en referencia, el funcionario pidió a las fuerzas políticas no atascar esta reforma con falsos debates ni perder la cabeza durante la discusión de la misma.

La Secretaría de Gobernación (SG) dio inicio ayer a una ronda de mesas de discusión denominadas Agenda ciudadana y gobernabilidad: la reforma política, diálogo ciudadano, como vía para difundir y cabildear la propuesta de enmienda política.

La reforma calderonista en esta materia busca la relección de alcaldes y legisladores, la segunda vuelta en la elección presidencial, candidaturas ciudadanas, mayores requisitos para que los partidos emergentes conserven su registro, y dotar de mayores facultades al Ejecutivo federal.

Al primero de estos encuentros asistieron mayoritariamente  alumnos y profesores del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), instituciones donde algunos funcionarios de Gobernación fueron académicos, como la organizadora del encuentro, Blanca Heredia, comisionada para el Desarrollo Político de la SG.

Gómez Mont invitó a los ciudadanos en general a participar en discusión de esta iniciativa que, en su opinión, genera una presión sobre las oligarquías partidistas y los poderes metaconstitucionales del Presidente, que se generaron durante varias décadas.

Sostuvo que la iniciativa busca eliminar la parálisis y la indefinición política, especialmente en el trabajo legislativo, además de generar incentivos para que la política no se mediocratice en la simulación o la apatía.

La idea –agregó el funcionario– es que si no se forma una mayoría para aprobar o rechazar una iniciativa no se recurra al expediente fácil de patear el bote para no tomar decisiones.

Aseguró también que las elecciones son determinadas con la voluntad de los ciudadanos y no con el voto duro de los partidos políticos.

Al refutar las críticas de algunos de los participantes en esta mesa de discusión, respecto de que la propuesta en referencia tiende al bipartidismo, dijo que impulsar tal posibilidad sería muy difícil y poco conveniente, porque existe una realidad nacional de preferencias electorales variables.

El titular de Gobernación clarificó su postura en contra de la revocación de mandato, porque en México –aseguró– esta figura puede generar incentivos para la ingobernabilidad.

La encomienda para los altos funcionarios de Bucareli es levantar el tema de la reforma política, propuesta por el presidente Felipe Calderón el pasado 15 de diciembre ante la Cámara de Senadores, y llevar su análisis a múltiples foros en el menor tiempo posible.

La mesa de ayer, realizada en el Centro Cultural Bella Epoca, fue organizada con premura, apenas en cuatro días. Algunos de los asistentes recibieron la invitación directa por medio de un correo electrónico de la dependencia y otros se enteraron por la red social Twitter.

De acuerdo con los datos curriculares de los comentaristas, la procedencia común fue de integrantes del CIDE, ITAM y uno de la Universidad Iberoamericana, algunos de los cuales impulsaron el voto blanco en el pasado proceso electoral.

La ausencia de invitados de otras instituciones –públicas y privadas– fue justificada por funcionarios de Gobernación con el argumento de que en los próximos días habrá encuentros con diversos sectores, porque cada subsecretario y titular de área en esta dependencia tiene la encomienda de cabildear la iniciativa calderonista con los grupos que atienden.

Por lo pronto, el secretario Gómez Mont negó una y otra vez que la iniciativa de reforma política sea una propuesta hecha desde adentro (del gobierno) para preservar los intereses de adentro.

Por el contrario, aseguró el funcionario federal, lo que se busca es incorporar poder ciudadano a la política y ampliar el debate, porque se trata de una reforma constitucional que requiere de amplísimos consensos. En este marco mencionó especialmente al senador Manlio Fabio Beltrones, quien es un buen amigo mío y yo le tengo mucho afecto, aunque de repente nos estemos echando nuestros brincos.