Nueva York, 19 de enero. El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó hoy por unanimidad el envío de más de 3 mil 500 cascos azules para reforzar la Misión de Estabilización en Haití (Minustah), con el objetivo de mantener la calma y proteger y coordinar mejor la ayuda tras el terremoto de 7 grados Richter de la semana pasada.

Hasta ahora, la Minustah, comandada por Brasil, estaba formada por 7 mil militares, 2 mil efectivos de la policía y unos mil 890 civiles, mil 200 de ellos locales, 490 extranjeros y 200 voluntarios.

Con la decisión del Consejo, la Minustah contará con 8 mil 940 efectivos militares y 3 mil 711 policías, un refuerzo que agradeció el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

En Puerto Príncipe, la capital, una de las localidades más afectadas por el sismo, se encuentran ya unos 3 mil 500 cascos azules que trabajan de manera coordinada con la policía haitiana, que poco a poco ha vueto a las calles.

El jefe de la Minustah, el general guatemalteco Edmond Mulet, explicó que se trabaja conforme a un memorando con Estados Unidos y Canadá –ambos con tropas en el país caribeño– en el que se establece el liderazgo de la ONU en las labores de asistencia de la misión.

Según Mulet, las tropas estadunidenses asistirían en el auxilio en Puerto Príncipe y las canadienses en las otras ciudades afectadas del sur, con el objetivo de acelerar la entrega de la ayuda.

Rechazo a la ocupación

La firma del documento viene precedida de las críticas de Francia y otros países europeos, así como Cuba, Venezuela y Nicaragua, que ven el envío de tropas de Estados Unidos como ocupación.

El gobierno de Bolivia exigió el retiro de las tropas estadunidenses de Haití y que los militares sean sustituidos por médicos y obreros para apoyar los trabajos de reconstrucción.

Haití no debe convertirse en base militar de Estados Unidos, aseveró el vicepresidente Álvaro García Linera, quien subrayó que Estados Unidos controla ya el aeropuerto y el puerto de la capital haitiana, reportó Rosa Rojas, corresponsal de La Jornada en Bolivia.

Francia minimizó las informaciones que hablan de una disputa con Estados Unidos por la gestión del aeropuerto de Haití y señaló que la cooperación entre ambos países funciona bien, según un comunicado de la oficina del presidente Nicolas Sarkozy.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó que la distribución de ayuda no alimentaria tuvo que ser interrumpida por el ambiente tenso que impera en Puerto Príncipe.

Riccardo Conti, jefe de las operaciones del CICR, señaló que estas tensiones son comprensibles, dada la situación muy difícil en la que están las personas que perdieron todo.

El CICR informó el lunes sobre la violencia y los saqueos en la capital haitiana, donde los sobrevivientes están desesperados.

El Club de París pidió a acreedores bilaterales de Haití, entre los que se cuentan Venezuela y Taiwán, que anulen la deuda que tiene con ellos el devastado país.

El comunicado del Club de París no menciona explícitamente a Venezuela y Taiwán, pero la semana pasada la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, dijo que pidió al Club de París concluir la anulación de la deuda y que haría una petición en el mismo sentido a las autoridades venezolanas y taiwanesas.

Según datos del Fondo Monetario Internacional, la deuda de Haití con Venezuela –su principal acreedor bilateral– asciende a 295 millones de dólares, y con Taiwán, su segundo prestamista, es de unos 90 millones de dólares, a septiembre de 2009.

A todo esto, ha habido una serie de sismos en las últimas horas en varias partes del mundo.

En Islas Caimán ocurrió un temblor de 5.8 grados Richter sin que se reportaran daños materiales o víctimas fatales.

Un sismo de 4.7 grados generó alarma en Panamá y Costa Rica sin que se reportaran consecuencias de gravedad.

La madrugada de este martes tembló en la provincia argentina de San Juan; el movimiento tuvo una intensidad de 4.6 grados y tampoco hubo reportes de daños o muertos, mientras en Perú un sismo de 4 grados se sintió en la costa central, con saldo blanco.