El pintor italiano y naturalizado mexicano Pedro Friedeberg se considera un enamorado contumaz del arabesco y el ornamento egipcio, gótico, barroco, victoriano y aun precortesiano.

Esa predilección por el adorno se manifiesta en muchos de sus cuadros, los cuales compendian ornatos hasta la exageración.

Más de 400 imágenes de las obras del artista, así como textos de Luis Carlos Emerich, James Oles, Jeffrey Collins, Fernando González Gortázar y del propio Friedeberg integran el libro que revalora la vida y obra de uno de los pintores más relevantes de México, el cual será presentado este jueves en el Palacio de Bellas Artes.

La vida de Pedro es una más de sus obras. Es tan fascinante meterse en alguno de sus cuadros, porque hay de todo; no hay una definición. Su arte es totalmente novedoso y llamativo, explica en entrevista Déborah Holtz, quien junto con Juan Carlos Mena, editó el libro Pedro Friedeberg.

El volumen –coeditado por Trilce Ediciones, el Fondo de Cultura Económica y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes– también incluye notas periodísticas sobre el pintor, publicadas en los años 60 del siglo anterior, así como los primeros capítulos de la autobiografía de Friedeberg, De vacaciones por la vida.

Prolífica imaginación

Holtz refiere que el trabajo del artista no se compara con nada, pues se apartó de la tradición del nacionalismo pictórico y sus obras no tienen un estilo. Incluso se deslinda del movimiento de ruptura de los años 60 del siglo pasado.

Asimismo, destacó que Pedro Friedeberg es uno de los artistas más importantes de México y curiosamente es el único al que no se le había realizado una exposición y un libro de esta naturaleza.

Después de seis años de investigación, se editó el volumen que refrenda lo interesante de la vida del artista, quien presenta la exposición Pedro Freideberg: arquitecto de confusiones impecables, una retrospectiva, que culminará el día 31 en el Museo del Palacio de Bellas Artes.

En el libro, el crítico de arte Luis Carlos Emerich sostiene que debido a su formación de arquitecto, Friedeberg se inclinó por la idealización de espacios arquitectónicos ilusorios, cuyas conformaciones anímicas estimularan la imaginación de sus usuarios, así como sus decorados y mobiliarios objetivaran metafóricamente sus aspiraciones, sueños y pensamientos, sin importar demasiado las correspondencias entre los contextos históricos y geográficos de sus estilos.

Friedeberg con mariposas monarca, en 1978Foto Tomada del libro Pedro Friedeberg

Silla mariposaFoto Tomada del libro Pedro Friedeberg

Emerich resume la trayectoria y el valor de la estética de Friedeberg en el texto introductorio, y señala tres modalidades que caracterizan las creaciones pictóricas y los dibujos del artista: perspectivas frontales del interior de una cámara cúbica o caja habitación con o sin puertas; perspectivas exteriores con dos puntos de fuga de construcciones palaciegas con terrazas, columnatas y arquerías, y composiciones bidimensionales o de volúmenes planos de contornos regulares o escalonados, a manera de fachadas o retablos barrocos.

El historiador de arte estadunidense James Oles, especialista en pintura mexicana de la primera mitad del siglo XX, explica en su texto que la obra de Friedeberg se relaciona con el surrealismo tardío, pero también tiene ecos del pop y del op tan de moda en aquellos años.

Sin embargo, aclara que pertenece de hecho a todos estos movimientos, y a ninguno. Asevera que es difícil describir su estilo y hacer encajar a este pintor de cajas en los cajones de la historia de arte.

Por otra parte, Déborah Holtz incluyó algunos cuentos de Friedeberg que se publicaron con el título Lunario perpetuo, porque revelan la prolífica imaginación del artista.

Asimismo, incluyen capítulos de la autobiografía De vacaciones por la vida, que publicará también la editorial Trilce, en la que Friedeberg narra desde su salida de Italia por la guerra y su llegada a México en 1941, hasta algunos pasajes sobre su amistad con su maestro y amigo Mathias Goeritz, su galerista Antonio Souza y amigos como Leonora Carrington y Kati Horna, entre otros.

El volumen Pedro Friedeberg, en edición bilingüe inglés-español, que incluye citas de críticos de arte como Rita Eder e Ida Rodríguez Prampolini, se presentará este jueves 21 a las 19:30 horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y eje Central Lázaro Cárdenas), con la participación de Fernando González Gortázar, José Luis Cuevas y el artista.