El Ministerio Público Federal ejercitó acción penal en contra de siete policías de Nuevo León, por haber participado en la fuga de 23 presuntos integrantes de Los Zetas que se encontraban bajo arraigo en una casa de seguridad de la Procuraduría General de la República (PGR), en Monterrey, el 4 de diciembre de 2009. Los indiciados fueron acusados por los delitos de ejercicio indebido del servicio público, evasión de presosm y homicidio.

Los inculpados son Benjamín Rodríguez Estrada, Jorge Alberto Chávez Montenegro, Mauro Rivera Camacho y Juan Carlos Galván Benavides, elementos de la policía ministerial. Asimismo, Ricardo Daniel Reséndiz Ruiz, María Guadalupe Medellín de la Rosa y Fernando Campos Sánchez, efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.

Los siete se encontraban encargados de la vigilancia de la casa de arraigo número 2, donde un comando armado ingresó, liberó a 23 arraigados y asesinó a dos agentes de la Policía Federal Ministerial.