Ya sin Humberto Suazo, Aldo de Nigris formó mancuerna con Neri Cardoso
La Pandilla borró de la cancha a los visitantes
La Tribu arrastra la racha sin victoria desde toda la campaña pasada
Maleno Frías tuvo el gol del honor, pero el portero Orozco lo impidió
Domingo 17 de enero de 2010, p. a13
Monterrey, NL, 16 de enero. En el lenguaje coloquial agarrar de barco significa aprovecharse de la debilidad ajena para el lucimiento personal. En el futbol se habla de partidos de trámite cuando al rival se le llevan claras ventajas y no representa ningún reto. Algo a medio camino entre el trámite y la saña fue lo que ocurrió en el debut del actual campeón Monterrey, que fusiló con cuatro anotaciones a Indios de Ciudad Juárez, un equipo que no ganó un solo juego en el torneo pasado.
Aunque Indios tuvo la cortesía de hacer pasillo al monarca antes del encuentro, la difícil situación en la que se encuentra en la tabla de posiciones lo obligaba a salir a pelear por el resultado, pero los de la frontera norte apenas se notaron sobre una cancha en la que Rayados ensayó las nuevas posibilidades ofensivas tras la salida del ariete chileno Humberto Suazo.
Y para demostrar que sí hay vida más allá del Chupete, la mancuerna entre el recién llegado Neri Cardoso y el probado goleador Aldo de Nigris empezó a dar visos del potencial que tiene en un año decisivo para la Pandilla, con la mira puesta en el bicampeonato y en la Copa Libertadores, torneo al que acudirá al arrebatarle el boleto al América en una final del Interliga decidida por penales.
Rayados no llegó con la campeonitis que suele aquejar a los monarcas mexicanos; de hecho la competencia en la que consiguió el pase a la justa sudamericana le sirvió para tomar ritmo e iniciar con ambición este torneo que ahora se llama Bicentenario.
La primera anotación fue resultado de un rebatiña en el área chica de Indios tras el cobro de una falta contra Ayobí. En medio del caos Héctor Morales sacó un tiro algo descompuesto, que alcanzó a tocar el zaguero Tomás Campos y que no atinó a atajar el guardameta Humberto Hernández.
De Nigris aún no aparecía y flotaba la pregunta de si podría cargar con el peso de organizar el ataque sin Suazo. Aldo respondió con un gol, este sí de los que provocan euforia por unos instantes, pero que hacen suspirar a la afición que los evoca durante días.
No fue para menos, un tiro de esquina que cobró Neri Cardoso pudo ser atrapado por el guardameta de Indios, pero apenas lo manoteó y llegó directo a De Nigris, quien casi de espaldas y de primera intención definió de manera espectacular con la derecha para convertir la segunda anotación del campeón.
Luego la Pandilla empezó a tener más confianza. De Nigris apenas un minuto después de su tanto estuvo a punto de recetar otro, cuando recibió un centro frente a la meta, pero no alcanzó a controlar.
Con la situación cada vez más a modo, Ayobí también buscó la suya, pero la desperdició increíblemente frente a la portería de Hernández, arruinando una jugada que inició en una escapada por carril derecho Neri Cardoso. William Paredes se atrevió desde media distancia con un fogonazo que obligó al guardameta de La Tribu a lanzarse a todo lo largo para evitar el tercero.
Si no caían otros goles era más porque Rayados perdonaba que por la eficacia defensiva del cuadro visitante, que no pudo evitar el tercero cuando Osvaldo Martínez envió un centro impecable que definió de un testarazo Abraham Carreño.
Maleno Frías quiso anotar el del honor y le ganó la carrera a la defensa regia, pero Jonathan Orozco intervino a tiempo y ni ese consuelo les permitió.
Cerca del final, Carreño inició una jugada desde territorio Rayado y, tras hacer pantalla con Ayobí, Juan Carlos Medina, quien había ingresado minutos antes por De Nigris, recibió un pase que definió por abajó con un potente derechazo para el 4-0.