La confirmación por la Secretaría de Gobernación (SG) de que no se expedirá una cédula de identidad, sino que se añadirá información biométrica a la actual credencial para votar, es un reconocimiento político a la capacidad y calidad y un triunfo del Instituto Federal Electoral (IFE), consideraron Francisco Guerrero Aguirre, consejero de ese organismo, y Rafael Hernández, representante perredista ante el mismo.

En entrevistas por separado, apuntaron que ahora la perspectiva es que mayor cantidad de mexicanos tramiten la credencial para votar, por lo cual previeron que el IFE afrontará más carga de trabajo, lo cual derivará en la necesidad de más recursos.

El consejero Guerrero Aguirre indicó que si se concreta esta situación (...) tendremos que encontrar tanto mecanismos financieros como de recursos humanos para mejorar la atención y atender volúmenes más grandes.

A su vez, Rafael Hernández indicó que con la adición de nuevos datos a la credencial para votar habrá mayor demanda para sacarla. Si se concreta el acuerdo, seguramente tendrá que haber un fortalecimiento de la credencial para votar y del padrón electoral, pero hay una reducción de presupuesto al IFE, así que tendrá que haber una reorientación de recursos.

Planteó que en lugar de que Gobernación malgaste, como pretendía hacerlo, miles de millones en emitir una credencial distinta, los recursos se reorienten para apoyar al IFE en esta tarea de actualización de su padrón electoral.