Ante la situación extraordinariamente grave que se vive en Haití, porque la pérdida de vidas humanas rebasa cualquier cálculo, el presidente Felipe Calderón invocó la generosidad tradicional de los mexicanos para que se sumen a la ayuda humanitaria que el gobierno federal entregará a ese país, que sufre la peor catástrofe natural que hayamos vivido o hayamos registrado México y las naciones cercanas.

En su mensaje, Calderón anunció que instruyó a todas las dependencias del gobierno federal para que movilicen todo el apoyo necesario para esa nación hermana, que es la más pobre del continente americano.

Destacó que, debido a que las estructuras sociales y políticas haitianas están colapsadas por los sismos, además de la infraestructura física que está devastada, es imprescindible que haya una coordinación de todas las naciones, a fin de que los esfuerzos de apoyo no se dispersen.

Al respecto, indicó que ya conversó telefónicamente con varios líderes, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, con el objeto de coordinar la ayuda internacional, lo cual, sostuvo, es fundamental.

En el salón Manuel Ávila Camacho de la residencia oficial de Los Pinos, Calderón señaló que los objetivos inmediatos que tiene la misión humanitaria que enviará México a Haití son: coadyuvar en la búsqueda y rescate de supervivientes, proporcionar ayuda médica a los heridos y damnificados y realizar, lo más pronto posible, un análisis de los daños y un diagnóstico acerca de lo que más urgentemente deba hacerse en esa nación.

Al inicio de su intervención, el jefe del Ejecutivo afirmó que la gran mayoría de las familias haitianas que viven en la capital, Puerto Príncipe, lo han perdido todo: su casa, sus pertenencias, su trabajo y los medios para mantener a sus hijos.

El sismo ha destruido una gran parte de la de por sí muy pobre infraestructura básica del país, por lo que, prácticamente, la totalidad de la población ha quedado aislada. Sabemos que en este momento no hay electricidad, no hay servicios, no hay seguridad y que miles de víctimas permanecen debajo de los escombros; no hay tampoco una logística que permita el suministro de comida, de agua potable o de medicinas.

En estos momentos, advirtió, muchos haitianos, especialmente los débiles, niños, ancianos, están en peligro de perder la vida”, dijo. Los entrañables lazos históricos, culturales, de amistad que unen al pueblo de México con el pueblo haitiano, nos hacen sentir como propias las pérdidas que han ocurrido en esa nación.

Adelantó que ayer mismo partiría a la nación caribeña, a través de un puente aéreo y marítimo que coordinará la Secretaría de Marina, un centenar de médicos, ingenieros expertos en estructuras, técnicos y personal de protección civil del gobierno federal, en tres aviones de las fuerzas armadas, que además llevarán consigo entre 15 y 20 toneladas de alimentos proporcionados, entre otros, por la Cruz Roja y dependencias federales.

Adicionalmente, la Armada de México enviará en las próximas horas el buque-hospital Huasteco, que transportará personal médico y más de 50 toneladas de alimentos donados por diversas fundaciones e instituciones de asistencia privada. El fin de semana partirá otro buque de la Armada, el Papaloapan, con otro envío de ayuda.

En su llamado para que la sociedad mexicana se sume a este esfuerzo solidario, Calderón recordó que sabemos mejor que nadie, que la tragedia que está viviendo ese país hermano reclama urgentemente ayuda.

Y lo sabemos porque, toda proporción guardada, la hemos sufrido en carne propia. Son momentos en los que Haití necesita de la solidaridad y de la hermandad de todas las mexicanas y de todos los mexicanos para vencer el dolor y superar la emergencia.

Convocó a la unidad, a la cooperación, a la solidaridad, al humanismo del pueblo mexicano para que concurra a los centros de acopio, especialmente de la Cruz Roja Mexicana, la cual facilitará la recolección de víveres, alimentos y medicinas que la población quiera donar.

Apuntó que también habrá centros de acopio en el Sistema Para el Desarrollo Integral de la Familia, en el DIF nacional y estatales, en las dependencias del gobierno federal, como Liconsa y Diconsa, así como en las secretarías de Gobernación, de Salud y de Desarrollo Social del gobierno federal y sus delegaciones en el país.

Invitó especialmente a la población a sumarse a este esfuerzo solidario, a donar alimentos enlatados, botellas de agua –de preferencia de un litro–, medicamentos, material de curación y ortopedia.

México está presente en solidaridad con Haití, y haremos el máximo de nuestros esfuerzos para ayudarlo. Pero se requiere, indispensablemente, la concurrencia masiva y la generosidad ya tradicional de los mexicanos.

Por otra parte, fuentes navales indicaron que el primer avión con ayuda humanitaria partiría a Puerto Príncipe la noche de este miércoles y un segundo transporte lo haría alrededor del mediodía de hoy. Los informantes señalaron que debido a que apenas se está recolectando la ayuda que se enviará a Haití, aún se desconoce cuándo saldrá la tercera nave prometida por el Ejecutivo federal.