El portero Yosgart Gutiérrez aceptó que cometió errores que le costaron bastante caros cuando era el titular en Cruz Azul, pero reflexionó y ahora está en espera de una nueva oportunidad.

“Cuando empecé a jugar se me dieron muchas cosas, tal vez muy rápidas, y a lo mejor no supe manejarlo. Ahora me doy cuenta que todo es efímero.

Cuando no juegas, algunos amigos ya no lo son, no te salen primos por todos lados; entonces son cosas que te hacen reflexionar en que simplemente eres un ser humano que tiene la bendición de jugar al futbol y lo voy a seguir haciendo mientras Dios me lo permita, y a tratar de hacerlo de la mejor manera y lo más humilde que se pueda, explicó.

Consideró que lo juzgaron muy fuerte, porque hasta su peinado le criticaron: Me dieron con un tubo; por todos lados me daban duro y la gente se metía mucho conmigo, pero aprendí a hacer mi mente muy dura.

A la afición no le reprocha nada, aseguró, pero claro que se te queda más grabada una mentada de madre, a que te digan: qué bueno, o esto y lo otro.

El mal desempeño de Yosgart provocó que la directiva contratara a Jesús Corona, por lo que él terminó en la banca. Aún así no se arrepiente de haberse quedado: Cruz Azul es mi casa, lo ha sido casi por 12 años y lo único que quiero es que el equipo esté bien, siempre arriba como merece, juegue yo o no juegue.

Puntualizó que no todo fue malo, por lo que no tengo que reprochar nada a la directiva ni a la vida. Al contrario, estoy agradecido de estar en esta institución, y ahora lo que le resta es trabajar siempre al ciento por ciento en busca del bienestar del conjunto.

Por su parte, el técnico Enrique Meza rechazó que la directiva le haya exigido el título para el siguiente torneo: Yo también quiero ser campeón, dijo, pero también dejó en claro que no le gusta hacer promesas que no sabe si podrá cumplir.