El coordinador de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones, manifestó ayer que el aumento a las gasolinas ha provocado una espiral inflacionaria que es necesario detener, y eso sólo se lleva a cabo con sensibilidad política. Exigirla no puede merecer una respuesta en el sentido de que no se nos va a permitir que la exijamos porque entonces, además de insensibles, procederán a ser intolerantes, desde el gobierno o desde donde venga esa voz.

En conferencia de prensa, sostuvo que los priístas seguimos insistiendo en que se detengan los incrementos a los precios de las gasolinas, y si al gobierno sigue sin gustarle, más vale que se acostumbre a que lo vamos a seguir haciendo; no puede mostrar una actitud intolerante de no dejar que opinemos respecto de lo que la población siente, y mucho, sobre todo en su bolsillo.

Resaltó que “las discusiones giran en torno a la pertinencia de aplicar estos incrementos en momentos en los cuales las nuevas disposiciones fiscales están haciendo sus efectos en la cuesta de enero, encareciendo la vida de las familias, y el gobierno no está obligado a hacer estos incrementos de ocho centavos mensuales (en el precio de la gasolina), como pretende.

Lo que señalamos es que usando su sensibilidad, pero sobre todo la solidaridad con las familias mexicanas, que han visto cómo se desvaneció de un golpe el exiguo incremento a los salarios mínimos, aplique el incremento a las gasolinas para equipararlas con los precios internacionales en momentos distintos a enero y febrero.

Subrayó: esto no quiere decir que nosotros no estemos de acuerdo en que en su momento las gasolinas se equiparen en su valor al mercado internacional, sino que en estos momentos de espiral inflacionaria, la congelación del precio en mucho ayudaría.

Puntualizó que los priístas no tienen ninguna iniciativa para atraer al Congreso las atribuciones de fijar los precios de bienes y servicios del sector público. El gobierno las debe conservar, dijo.

El coordinador de los senadores panistas, Gustavo Madero, sostuvo que en las declaraciones de los priístas sobre el aumento a las gasolinas hay absolutamente un tinte de oportunismo electoral y político, donde el PRI en su deslinde está negando su propio peso político al eludir su responsabilidad y participación en la aprobación del paquete económico, de las reformas en materia fiscal y de los impuestos especiales de derechos, en las cuales participaron las principales fuerzas políticas.

Es muy preocupante, añadió, que a principios de año se empiece a acusar de la supuesta escalada sorpresiva de impuestos y precios, que es una lógica que busca rentabilidad electoral y, peor aún: busca una descalificación del Presidente de la República, de su gabinete y de la política económica.