Un grupo de rescatistas especializados de Israel, de la organización humanitaria Zaka, viajó ayer de Tel Aviv a México para asistir en las investigaciones del accidente del helicóptero que se desplomó el domingo pasado por la noche, en el que murieron el empresario Moisés Saba Masri, creador de la Unidad México de este equipo de salvamento, tres miembros de su familia y el piloto de la nave.

El equipo de rescatistas tenía programado un viaje a México a finales de esta misma semana para ofrecer entrenamiento a 50 mexicanos en técnicas de recuperación e identificación de víctimas, se informó en el sitio de Internet de Zaka International Rescue Unit.

Para honrar la memoria de Saba, quien ideó e impulsó este proyecto, Mati Goldstein, jefe de la unidad, declaró antes de abordar el vuelo hacia México que había sido un trágico giro del destino lo que les hizo adelantar su plan. Quién podía imaginar que no solamente vendríamos a ofrecer asistencia en un accidente real, sino que éste involucraría la muerte de la persona que inició el curso proyectado. En el grupo viajan también Dovie Maisel, jefe de operaciones de la organización.

Zaka es un equipo de voluntarios que participan en grupos de reacción inmediata para asistir a víctimas de accidentes, desastres naturales –como el tsunami de Indonesia– y atentados terroristas como el de las Torres Gemelas, en Manhatan en 2001, y los bombazos en Estambul, Bombay, Tailandia y Namibia.

En 2008, en una reunión en su casa en la ciudad de México, Moisés Saba ofreció al director de la organización, el rabino Yehuda Meshi Zahav, crear una unidad mexicana de rescatistas.