Sin planeación ni diagnóstico alguno, las 16 delegaciones políticas se han dado a la tarea de crear y operar numerosos programas sociales, mediante los cuales entregan por igual zapatos o cobijas, que implementos ortopédicos, despensas o hasta becas por 100 pesos mensuales, y que sólo están generando duplicidad en las acciones de gobierno, y una cantidad tal de ese tipo de esquemas de apoyo que hoy en día suman 420.

De acuerdo con un diagnóstico del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal (Evalúa-DF), de ese universo de programas, las delegaciones territoriales operan poco más de 90 por ciento, es decir, 350, mientras que las dependencias del gobierno central tienen bajo su control sólo 72.

Incluso, Pablo Yánez, director de esa instancia de gobierno, detalló: tan sólo entre 2008 y 2009 se crearon, particularmente en las delegaciones políticas, 100 nuevos programas sociales de transferencia, o entrega de dinero o bienes materiales.

En entrevista, el funcionario puntualizó que en la puesta en marcha de ese tipo de esquemas de apoyo hay un déficit enorme en la capacidad de planeación, y su surgimiento se está dando sobre la base de que se tiene dinero, de que hay suficiencia presupuestal, y se confunde muchas veces lo que es un programa social con una actividad institucional.

El dictamen de Evalúa-DF precisa, por ejemplo, que tan sólo en la delegación Tlalpan se tenía hasta el año pasado 57 programas sociales en marcha, que son poco menos de los 72 que en conjunto operan todas las instancias del gobierno central. Lo que estamos viendo es una infinidad de programas de muy pequeño monto, que está siendo más caro gestionarlos que seguirlos aplicando.

Al referir las características de los esquemas de apoyo que están creando las autoridades delegacionales, el especialista en desarrollo social enfatizó: su cobertura y su monto son muy bajos; predominan becas de 150, 200, 250 pesos mensuales para grupos muy pequeños de estudiantes, y por ejemplo, en la Gustavo A. Madero se están dando apoyos para viejitos por 100 pesos mensuales.

Frente a ese panorama, dijo que se trata de frenar esa proliferación de programas, para lo cual se han emitido recomendaciones a las autoridades delegacionales para que se puedan planear, depurar y compactar, y eso lleve a un incremento en los montos de los apoyos y las personas beneficiadas, y así tengan un mayor impacto en la lucha contra la marginación y la desigualdad en esta capital.