Veracruz, Ver., 7 de enero. Vendedores ambulantes y artesanos desalojados del Paseo del Malecón por órdenes del ayuntamiento que encabeza el priísta Jon Rementería Sempé se enfrentaron con efectivos de la policía intermunicipal Veracruz-Boca del Río cuando éstos intenaban dispersar una marcha.

Los comerciantes se dirigían al centro de la ciudad para exigir la renuncia del edil, a quien acusan de represor y de dedicarse a viajar por Europa y no atender los problemas de la localidad, entre ellos el comercio informal.

Cuando caminaban sobre la avenida Miguel Alemán, cerca del mercado Malibrán, agentes viales amenazaron con soltar perros de ataque si no liberaban la avenida.

Los manifestantes respondieron a empujones y golpes durante varios minutos; pese a la amenaza los policías no liberaron a los canes entrenados ni arrojaron gas lacrimógeno, pues en la marcha iban también niños.

El contingente de unas 250 personas bloqueó entonces la circulación de uno de los carriles de la avenida Miguel Alemán y el acceso al fraccionamiento Floresta.

Juan Chilón Pérez, dirigente de la Asociación de Vendedores y Artesanos del Puerto de Veracruz, acusó al alcalde Jon Rementería de reprimir a los manifestantes que hace dos semanas fueron desalojados del Paseo del Malecón con el argumento de que invadían la principal zona turística.

Solicitó a las autoridades instalar una mesa de diálogo para analizar la situación de los vendedores desalojados.

Juan Bañuelos, coordinador de la policía intermunicipal, dijo que el ayuntamiento pidió dispersar la marcha que se dirigía al zócalo, donde los manifestantes instalarían un plantón.

Pescadores exigen indemnizaciones

En Boca del Río, representantes de al menos 200 pescadores amenazaron con bloquear el puente que conduce a Antón Lizardo, pues los propietarios del fraccionamiento El Conchal y el gobierno de Veracruz se niegan a indemnizarlos con 3 millones de pesos por los daños que causaron tanto las obras de dicho complejo habitacional como el puente.

Los pescadores señalaron que ambas obras afectaron los bancos de ostión y otras especies en el sistema lagunar de Alvarado y el río Jamapa, provocando afectaciones a cientos de familias que dependían de su captura.