La Habana se equivocó con la expulsión
, afirma el ministro de Asuntos Exteriores
Miércoles 6 de enero de 2010, p. 23
Madrid, 5 de enero. España condenó hoy la decisión de Cuba de prohibir la entrada a ese país de un eurodiputado español, y advirtió que esto no ayuda
a mejorar las relaciones bilaterales. No obstante este incidente, el gobierno español afirmó que mantiene su intención de suavizar
la relación entre la Unión Europea (UE) y La Habana.
No es una buena noticia. Creo que los cubanos se han equivocado con esta expulsión
, declaró el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, después de que las autoridades cubanas impidieron en la madrugada del pasado lunes la entrada del europarlamentario socialista Luis Yáñez tras aterrizar en La Habana junto con su esposa con visado de turista.
El jefe de la diplomacia española es el principal defensor del cambio que España pretende impulsar durante este primer semestre, aprovechando su presidencia rotatoria de la UE, uno de cuyos objetivos es que las 27 naciones miembros anulen su posición común
sobre Cuba –que piden democracia en su sistema político–, y en su lugar poner en marcha un acuerdo de cooperación con la isla.
El aislamiento, el bloqueo y el embargo (a Cuba) no llevan a nada. No han dado ningún resultado en 50 años
, explicó. Política en contraposición a la heredada desde 1996 y a instancias del gobierno español de entonces, encabezado por el conservador José María Aznar, que fija reglas a la relación con Cuba, condicionándola a la situación de los derechos humanos y libertades civiles.
El canciller español Moratinos dejó en claro que el caso de Yáñez no pone en entredicho la voluntad de España de convencer a los países miembros de la UE de que suavicen
su posición. Lo importante es que ayudemos a que avance el proceso de reforma política en Cuba
, subrayó.
Mientras Moratinos hablaba con la prensa extranjera, el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, recibía en el Ministerio de Relaciones Exteriores al embajador cubano, Alejandro González Galiano, convocado para que diese las explicaciones
pertinentes sobre lo sucedido y para escuchar la condena
española.
El embajador González Galiano se limitó a informar a su interlocutor que a Yáñez se le prohibió la entrada como resultado de la aplicación de leyes internas cubanas
, algo a lo que el secretario de Estado para Iberoamérica reiteró el rechazo de España y su esperanza de que no se vuelva a producir
un episodio similar, según un comunicado de la cancillería.
Yáñez, del Partido Socialista Obrero Español de José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a Cuba acompañado por su esposa, la también socialista y diputada nacional Carmen Hermosín, y allí fue retenido por las autoridades antes de ser expulsado el lunes pasado sin explicaciones.
El parlamentario español, de 66 años de edad, que preside la Asociación Cuba-Europa en Progreso, es un crítico del gobierno cubano, si bien también defiende la revisión de la posición común
de la UE hacia la isla.
En 2008 ya había sido rechazado en Cuba cuando solicitó un visado de trabajo. Pero, dijo desde Sevilla, no imaginaba que estuviera en una lista negra
o que su viaje privado de descanso
afectara la seguridad nacional y defensa de la soberanía de Cuba
.
No llevaba ninguna agenda secreta, ni del partido, ni del gobierno, ni del Parlamento Europeo
, aseguró. Sin embargo, el eurodiputado admitió que pretendía verse con amigos de la socialdemocracia cubana, considerados disidentes por las autoridades, como Manuel Cuesta Morúa, si bien su intención no era política.
Mientras, el gobierno cubano convocó a comicios el 25 de abril para concejales y alcaldes de los 169 municipios del país.