Mientras la arquidiócesis de México insistió en que el PRD le declaró la guerra a la sociedad mexicana con las reformas que permiten el matrimonio y la adopción a parejas del mismo sexo, así como la legalización del aborto, el dirigente nacional perredista, Jesús Ortega, refrendó su disposición a dialogar con representantes de la Iglesia.

En tanto, el presidente del partido en la capital, Manuel Oropeza, exhortó a la Secretaría de Gobernación (SG) a cumplir con su obligación de hacer respetar el Estado laico e impedir a las iglesias continuar con el embate contra dichas reformas.

Ortega Martínez manifestó su interés en superar el conflicto mediante el diálogo; sin embargo, hasta ayer no había recibido ninguna comunicación del Colegio de Abogados Católicos para una reunión.

Adelantó que mañana jueves, el partido dará a conocer un pronunciamiento político en defensa del Estado laico y, por tanto, de respeto a las leyes.

Cuestión de libertades, no de fe

Oropeza Morales señaló que su partido no se mete en dogmas ni cuestiones de fe, sino en la defensa de las libertades y los derechos de las minorías. Dijo que respaldará a los legisladores en las dos grandes batallas para defender las reformas a los códigos Civil y de Procedimientos Civiles, en la Suprema Corte, contra el recurso de inconstitucionalidad que promoverá el PAN, y también en la misma Asamblea Legislativa, para impedir que pase la contrarreforma que anunció el PRI para poner candados a la adopción en los matrimonios de personas del mismo sexo.

Hugo Valdemar Romero, director de la oficina de comunicación social del Arzobispado de México, señaló en entrevista que el PRD no puede ignorar que la inmensa mayoría de la sociedad mexicana es cristiana, ya sean católicos, evangélicos o de otras iglesias, y sienten un gran respeto por la vida y la familia.

Añadió que son los integrantes de este instituto político los que no respetan la vida y han legislado para asesinar a niños inocentes en el vientre de sus madres; son ellos quienes no respetan los valores de nuestra fe como es el matrimonio, y lo han equiparado con la unión de personas del mismo sexo; son ellos quienes no respetan el derecho de los niños de tener un padre y una madre, y han legalizado arbitrariamente la adopción de estos inocentes por parejas del mismo sexo.

No obstante lo anterior, descartó que por parte de la arquidiócesis haya encono hacia el sol azteca, pues incluso el cardenal Norberto Rivera Carrera ha llamado a los fieles a rezar por su conversión, y en muchas parroquias ya se está orando por ellos.