Acapulco, Gro., 4 de enero. Concluidas sus vacaciones, el presidente Felipe Calderón auguró que 2010 será un buen año para México, porque además es el de la patria, y recomendó celebrarlo con alegría.

Sin aludir a la reciente detención de Carlos Beltrán Leyva, cuyo hermano Arturo fue ultimado el mes pasado en un operativo de la Secretaría de Marina, prometió que su gobierno seguirá defendiendo a los mexicanos de quienes pretenden hacerlos sus siervos, que acaten sus instrucciones, obedezcan sus extorsiones y vivan con miedo.

Después de pasar las fiestas decembrinas en Acapulco, el Presidente regresó ayer a la ciudad de México y hoy volvió una hora y media al puerto para inaugurar el nuevo hospital general de Ciudad Renacimiento, una de las colonias más violentas de la ciudad. Al lugar, que fue cercado en un perímetro de cuatro cuadras, el mandatario llegó y se retiró en helicóptero.

Cuando se registra una escalada de precios y de impuestos en el país, el jefe del Ejecutivo federal deseó prosperidad para todos los mexicanos, que éste sea un muy buen 2010, porque además “celebramos nuestro cumpleaños número 200 de ser libres e independientes.

Yo quiero que celebremos con alegría y con patriotismo; que celebremos trabajando en cada hogar, en el gobierno, desde luego, y protegiendo y preservando lo mucho que hemos conseguido como nación en 200 años de ser orgullosamente mexicanos, añadió.

En su primera actividad pública del año, en la que estuvo acompañado por su esposa Margarita Zavala –quien permaneció en Acapulco– y por el secretario de Salud, José Angél Córdova, Calderón dijo que en las próximas horas dará un mensaje para desearles más formalmente que en cada hogar haya mucha armonía, mucha paz y felicidad.

Al declarar el comienzo de un ciclo de festejos por el bicentenario del inicio de la Independencia y el centenario de la Revolución, señaló que en esa época tocó conquistar la libertad, y a nosotros defenderla y preservarla.

Llamó a que 2010 sea un año en el que avivemos la llama de los valores que nos enorgullecen como mexicanos: los de la independencia, la libertad, la justicia y la igualdad que queremos para todos.

Por esa razón insistió que su gobierno seguirá trabajando en favor de la seguridad de los mexicanos, porque es una manera de defender su libertad.

Reconoció que hay cosas criticables de cualquier gobierno, eso es siempre, y qué bueno que se haga, pero dijo que si en algo ha sido enfático y persistente es en cambiar el rostro de México en materia de salud, y por eso antes de que concluya el sexenio habrá seguro médico universal.

Por ejemplo, aseguró que en su administración se han inaugurado o renovado mil 300 hospitales y clínicas, es decir, más de uno diario. Esa cifra, dijo, representa el mayor esfuerzo hospitalario hecho en el país desde 1960.

Luego de poner en marcha el hospital de Ciudad Renacimiento, que costó 250 millones de pesos, el gobernador de Guerrero, el perredista Zeferino Torreblanca, le reiteró a Calderón su respaldo de modesto funcionario público, y le aclaró que lo hacía sin simulaciones ni poses políticas.