Los últimos pedazos de la monumental rosca de Reyes, que este domingo degustarán los capitalinos se terminaron de hornear la mañana de ayer. En punto de las cuatro de la tarde empezaron los recorridos de los camiones torton para concentrar en un solo lugar las 12 toneladas del tradicional pan, que llegó al centro del Distrito Federal cerca de las tres de la madrugada.

Para la elaboración de los 720 metros de longitud de rosca participaron 300 panaderías y tres mil personas invirtieron 21 mil horas-hombre. El trabajo, que inició el pasado 28 de diciembre, estará terminado justo cuando estén armados todos los tramos del pan denominado por autoridades del gobierno local como la Rosca del Bicentenario, que busca romper el récord Guinness.

Los panaderos involucrados en la elaboración reconocieron las dificultades de preparación de la masa, pero nada que la experiencia y dedicación no puedan resolver, señalaron. Si bien el pan, que será dividido en 255 mil porciones, no es más grande en tamaño que el del año pasado, si lo es en cantidad de masa, explicó Antonio Arias, representante de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa).

Además de que se usó una gran variedad de ingredientes para la elaboración: 7 mil 600 kilos de harina, 3 mil 800 kilos de mantequilla, 57 mil piezas de huevo, mil litros de leche, 3 mil kilos de azúcar, cien kilos de sal, 250 kilos de levadura, 3 mil kilos de fruta confitada, entre los que se encuentran higo, acitrón, ate, cáscara de naranja, el toque especial de este año será la nuez moscada y canela.

Precisamente para evitar que el sabor varíe por la preparación, todos los ingredientes se compraron al mismo tiempo y se distribuyeron las porciones según como se elaboraron los tramos, todas las panaderías trabajaron con la misma fórmula, para ello se capacitó a los panaderos.

En 10 células –panaderías de almacenamiento– se concentraron los tramos de la Rosca del Bicentenario para no tener retraso en el armado, que comenzó en punto de las tres de la madrugada, pues se tenía previsto tenerla lista entre 7 y 8 de la mañana.

Previo a ello el GDF cerró, a las 11 de la noche, los accesos al primero cuadro de la ciudad para lavar y limpiar la Plaza de la Constitución, donde se instaló una enorme mesa donde se colocó la que se espera sea la rosca de Reyes más grande del mundo.