El Instituto Federal Electoral (IFE) pretende convertir este 2010 en el año de revisión administrativa y de procedimientos para ajustar su estructura y hacerla más eficiente y menos costosa. En principio, los consejeros electorales han encargado a la secretaria ejecutiva un proyecto de restructuración cuya discusión se iniciara en enero y se espera que los cambios puedan ser instrumentados en ese periodo.

Paralelamente, la secretaria ejecutiva afina los detalles de la propuesta de ajuste presupuestal que deberá ser aprobada por el Consejo General del IFE mediante el cual deberá distribuir los 600 millones de pesos menos que la Cámara de Diputados no le otorgó. Aunque se han comenzado a manejar cifras entre los consejeros y las áreas ejecutivas, al arrancar el año se definirán las áreas que deberán ajustar sus gastos.

El consejero electoral Marco Antonio Banos dijo que, si bien ambos procesos están de alguna manera vinculados, se abordarán de forma independiente, pues los tiempos son diversos, pues hacia finales de enero el IFE debe tener perfectamente clara la asignación presupuestal de 2010.