Batallas invisibles
udiera pensarse que 2010 empieza repleto de malas noticias para México y para el mundo. Crisis económica, catástrofe ambiental, criminalización de la protesta, guerras contra los más pobres, despojo de tierras y territorios… en resumen, neoliberalismo salvaje sin que aparentemente ningún esfuerzo consiga pararlo.
Sin embargo, y sin pretender un optimismo infundado, muchas y distintas son las resistencias y movimientos antisistémicos que se organizan en lo local, muchas las batallas invisibles que se dispersan en muchos rincones del planeta y mucha la solidaridad y acompañamiento que, desde abajo y a la izquierda, ilumina lo mismo las montañas de Chiapas que las calles de Grecia.
Un botón de la resistencia (como lo llamaría John Holloway), brotó en la Grecia rabiosa que en diciembre de 2008 tomó las calles de Atenas y en la revuelta la policía asesinó al joven Alexis Grigoropoulos. Hace unos días, en el marco del primer aniversario de la rebelión, una de las editoriales más grandes de Grecia, editorial Kastanioti, publicó el libro: Inquietudes: un registro de lo espontáneo en diciembre de 2008, que incluye, informan los activistas desde el viejo continente, carteles, consignas, cartas anónimas, folletos, manifiestos, panfletos, grafitis, fotos de la revuelta, palabras nuestras, momentos nuestros, todo concentrado en un libro, bien diseñado para venderse bien y en buen precio
. Y, por supuesto, con copyrigth.
El movimiento griego se indignó con la salida de esta publicación que pretende así encuadernar
los sueños de la revuelta… y cobrar por ello: “Se atreven porque urge para ellos, los de arriba, terminar ya con el diciembre. Hacerlo todo un cuento bonito
. Restringirlo en un momento espontáneo
que ya ha pasado. Sin embargo, también ellos se equivocan: Lo espontáneo
no existe. Nunca ha existido. La rabia no es un momento…”
El 15 de diciembre pasado los y las activistas griegas se dirigieron a la editorial Kastanioti. ¿El objetivo? Expropiar el mayor número posible del libro Inquietudes. Llegaron en grupo a la librería y dijeron: Buenos días, hemos venido a recoger algo que nos pertenece
. Se dispersaron por todo el almacén mientras otros compañeros explicaban a los trabajadores las razones de esa pequeña y sorpresa fiesta
. La expropiación, explican en el comunicado que circula por la Europa Zapatista, “se completó rápidamente y sin incidente alguno… No fuimos para pedir limosna, sino a expropiar los libros y devolverlos a donde pertenecen, es decir, a las calles”. Diciembre de 2008 no ha terminado en Grecia. Como no ha terminado, con las dimensiones guardadas, enero de 1994 en Chiapas donde, aunque mucha tinta ha corrido, el libro aún no se escribe.