El joven que intentó ataque contra un avión admite que recibió adiestramiento de Al Qaeda
Miércoles 30 de diciembre de 2009, p. 14
Saná, 29 de diciembre. El nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab aún se encontraba a principios de diciembre en Yemen, donde la red Al Qaeda es activa, poco antes del atentado que intentó cometer en un avión que volaba de Ámsterdam a Detroit el 25 de diciembre, confirmó hoy el ministro yemení de Relaciones Exteriores, Abubakr Qirbi.
El joven, de 23 años, hijo de un acaudalado banquero y estudiante brillante, afirmó ante la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) estadunidense que siguió un entrenamiento en Yemen en la red de Osama Bin Laden, según investigadores citados por los medios de comunicación.
De acuerdo con el gobierno local, el nigeriano vivió en Yemen de agosto a los primeros días de diciembre, tras obtener un visado para estudiar la lengua árabe en un instituto de Saná donde aparentemente asistió a clases
.
La familia de Umar Faruk Abdulmutallab confirmó que el joven viajó a Yemen el pasado verano y desde entonces cortó las relaciones con su familia.
El canciller Qirbi admitió que en Yemen podría haber hasta 300 militantes de Al Qaeda, incluyendo varios de sus líderes, y que algunos podrían estar planeando ataques a blancos occidentales.
El funcionario llamó a que se dé más ayuda de la comunidad internacional para entrenar y equipar a las fuerzas antiterroristas y neutralizar a los militantes.
Sin embargo, los organismos de seguridad de Yemen no tenían conocimiento de los presuntos contactos terroristas de Umar Faruk Abdulmutallab, de 23 años, y tampoco figuraba en las listas de terroristas que fueron transmitidas a las autoridades yemeníes
por Estados Unidos, dijo el ministro de Información, Hassan Lausi.
Yemen condenó el fallido atentado cometido por el joven, quien había escondido unos 80 gramos de pólvora en una pequeña bolsa que llevaba en sus calzoncillos, según fotos de medios estadunidenses ofrecidas por la FBI.
Asimismo, se reportó que tropas gubernamentales de Yemen y rebeldes chiítas sostenían nuevos choques en el norte del país árabe. Tropas del ejército atacaron posiciones rebeldes en Malahidh, provincia montañosa de Saada.
Desde Hawai, donde se encuentra de vacaciones el presidente estadunidense Barak Obama, declaró que está claro que hubo errores y fallas humanas sistemáticas
en el Departamento de Seguridad Interior, en relación con el caso del nigeriano, a pesar de que su propio padre ya había alertado a las autoridades de su radicalismo
. Dijo que habrá que sacar lecciones de estos errores.
Cuando nuestro gobierno tiene información de un extremista identificado y esa inteligencia no se comparte y no se actúa como se debería, y este extremista se sube a un avión con explosivos peligrosos que podrían haber costado unas 300 vidas, ha ocurrido una falla sistemática y yo considero que es algo totalmente inaceptable
, subrayó Obama, quien ordenó revisar los sistemas de vigilancia.
Mientras Estados Unidos alertó a sus connacionales sobre los riesgos de viajar a India ante posibles ataques, han surgido pistas según las cuales dos de los cuatro presuntos autores intelectuales del fallido atentado aéreo en Detroit estuvieron recluidos en la prisión de Guantánamo. Esta situación, según analistas, podría complicar el cierre de la cárcel.
La emisora estadunidense ABC dijo que los sauditas Muhamad Attink Harhi y Said Ali Shari, que estuvieron en la controvertida prisión de Guantánamo, fueron entregados a principios de noviembre de 2007 a su país. Después, ambos habrían asumidos altos cargos de Al Qaeda en Yemen, según cita a fuentes gubernamentales y documentos del Pentágono.
En tanto, en una falsa alarma, la policía italiana hizo estallar una maleta sospechosa en el aeropuerto Malpensa de Milán, y Canadá prohibió los equipajes de mano en vuelos hacia Estados Unidos.
A su vez, Francia abogó por que la policía controle los datos personales de los pasajeros de avión desde el momento en que se haga la reservación del boleto.
En Ámsterdam, expertos holandeses estimaron que con los polémicos escáneres corporales hubiera habido más posibilidades de descubrir los explosivos que llevaba el nigeriano en el vuelo.