Puebla, Pue., 29 de diciembre El plantel de la franja decidió no entrenar este día y por conducto de Joaquín Velázquez informó que si los jugadores no reciben su pago este jueves, el viernes no abordarán el avión rumbo a Texas y quedarían fuera del torneo Interliga.

La molestia en el cuadro camotero estalló el lunes, cuando el técnico José Luis Sánchez Solá abandonó la práctica ante la falta del pago de honorarios por la irresponsabilidad de sus directivos Francisco Bernat, quien está de vacaciones, y Ricardo Henaine, ambos socios mayoritarios.

Ayer no entrené y me mantengo en esta postura porque yo insisto que es una falta de respeto. No es cuestión de dinero, ni de fechas, y los directivos que tengo no respetan al cuerpo técnico, a los jugadores, al público, al equipo, a la ciudad ¡no tienen respeto!, explotó el Chelís.

Aclaró que no hay adeudo aún pues diciembre todavía no termina, pero son las excusas y la falta de responsabilidad lo que causó molestia en el plantel.

“Simplemente tenían que pagarnos y ahora resulta que las cuentas están congeladas, que un dinero debía estar en la Federación (Mexicana de Futbol), pero un socio lo agarró y el otro ya no lo puso...

No saben la de tragedias patéticas que te platican cuando, insisto, no se trata de dinero, sino de respeto a quienes están poniendo en alto el nombre de Puebla, que son los futbolistas, exclamó.

Yo no tengo cara; al jugador siempre le hablo con la verdad, sea buena o mala, no le puedo mentir por algo que considero burdo... no puedo tener un doble discurso, agregó el timonel tras condicionar su regreso a las prácticas al pago de salarios.

El guatemalteco Carlos Ruiz y Joaquín Velázquez coincidieron en que si no les dan su remuneración no asistirán al Interliga. Si no nos pagan antes, no vamos. Fue una determinación que se tomó y vamos a tratar de llevarla a cabo, puntualizaron.

Luis Miguel Noriega, el capitán del Puebla, comentó: Son los problemas de siempre. Aquí no hay nadie que dé la cara al equipo en estos momentos.

A su vez, Felipe Ayala explicó que no hay viáticos para viajar a Estados Unidos, cuyo primer partido es el domingo ante Monterrey, pero lo más desesperante es que nadie de la directiva dice lo que ocurre.

El jugador se mostró incrédulo ante la versión de las cuentas congeladas, siendo que el torneo anterior el estadio Cuauhtémoc registró buenas entradas.

En caso de incumplir su compromiso, el equipo poblano se haría acreedor a una multa y castigo de parte de la FMF, que pagó 100 mil dólares a cada uno de los ocho clubes enrolados para el Interliga, suma que, según el directivo Jesús López Chargoy, tomó Bernat.

El argumento que exhiben los administradores del equipo para no pagarles a los jugadores es que las cuentas del club se encuentran congeladas por una añeja demanda de José Abed, dueño del equipo de 1996 a 1998.

Sin embargo, el vocero legal del empresario, Óscar López, negó que esa demanda haya procedido, pues las deudas de Bernat con Abed fueron liquidadas hace más de tres meses.

Los Camoteros jugarán este miércoles un partido amistoso ante Pumas Morelos y los jugadores dijeron que acudirán a la cita.

Antecedentes de huelgas

Algunos antecedentes de amenazas de huelga en el futbol se remiten a 1936, cuando el balompié todavía no era profesional y jugadores del América redactaron un escrito solicitando un contrato colectivo de trabajo, petición que la directiva rechazó mediante un comunicado de prensa el 10 de noviembre de ese año.

Ese mismo día los futbolistasdecidieron iniciar la huelga y pusieron mantas rojinegras en las oficinas del club.

La directiva decidió otorgarles sus cartas de retiro para que fueran a la escuadra que prefirieran y de inmediato recibió el respaldo de la liga mayor, actual primera división, a través de lo que sería un primer símil del pacto de caballeros se les advirtió que ningún jugador sería contratado aunque presentara la referida carta.

Inclusive se les acusó de traicionar la tradición del amor a la camiseta por un plan mercantilista.

Otro intento ocurrió en el mismo equipo, según revelación de Luis Roberto Alves, cuando el técnico holandés Leo Beenhakker fue cesado (6 de abril de 1995), a pesar de tener una buena racha.

“Algunos jugadores, cuyos nombres no voy a decir, querían hacer huelga, ya no deseaban entrenar. Yo como capitán traté de ser el intermediario y decir que no, que el campeonato seguía, que era una decisión irreversible y no iban a dar marcha atrás, había que salir adelante.

Pero sí nos dolió, fue un golpe muy duro, el equipo lo resintió en la recta final. En mi pensar, con mi experiencia, estoy seguro de que si Beenhakker hubiera seguido, el América habría marcado un época, reveló muchos años después Zague, hijo del Lobo Solitario.