Comienzan las previsiones en los equipos rumbo al Mundial
ace menos de dos semanas, el 15 de diciembre, en la ceremonia donde recibió el Mérito Civil de España, el seleccionador Javier Aguirre aseguró tajante: Hoy no hay selección nacional
, no obstante, 10 días después su colega Manuel Lapuente, persona cercana al auxiliar tricolor Mario Carrillo, opinó que el cuadro de El Vasco está conformado en un 70 por ciento
para afrontar la Copa del Mundo.
Lapuente, quien cumplió buena labor en el Mundial de Francia 1998, por ahora desempleado y siempre agudo observador del balompié, fue más allá en sus declaraciones: precisó que la defensa y la mediacancha tricolores están prácticamente armadas, tras ocho meses de trabajo del cuerpo técnico. Es decir, sólo alguna lesión grave o situación inesperada podría provocar cambios drásticos.
Hay sobrentendidos en el futbol. Aguirre no quiere desalentar a ningún jugador ni escribir un prematuro RIP al llamado torneo Bicentenario, que antes de concluir se quedará gris, sin estrellas. Sin embargo, los equipos que se sienten aludidos comenzaron a tomar previsiones. El América calcula que Guillermo Ochoa será el portero titular del Tri y se hizo de los servicios de Alfonso Blanco, guardameta de buenas condiciones y con cierta trayectoria.
El subcampeón Cruz Azul también puso sus barbas a remojar, y ante la casi segura convocatoria del medio de contención Gerardo Torrado y del paraguayo Christian Riveros, tiene de regreso en sus filas al siempre solvente Israel López, jugador de gran experiencia, inexplicablemente desechado por el Toluca.
Es posible que la desconcertante actuación de Jesús Corona en la final ante Monterrey haya sembrado dudas no sólo en la directiva cementera, sino en la selección, por flaquear en los momentos de mayor exigencia. No sería descabellado ver de regreso a un arquero veterano y de las confianzas de Aguirre, como Óscar Pérez, o tal vez dé el salto otro guardameta, como el campeón Jonathan Orozco. Corona está obligado a ir por su torneo de revancha.
Hay malas señales para las aficiones de Pumas y Chivas, cuyas directivas se muestra temerarias. Ni un solo refuerzo. Tal parece que están muy seguras de la calidad de sus canteras o simplemente están resignadas a transitar por el torneo sin pena ni gloria, peor aún si recibe los llamados de jugadores como Israel Castro, Pablo Barrera, Efraín Juárez, el paraguayo Darío Verón, Jonny Magallón, Aarón Galindo u otros.
Queda claro que la base tricolor está en Europa y hay una importante apuesta del técnico al liderazgo y experiencia de Rafael Márquez; el tridente tulipán integrado por Carlos Salcido, Francisco Maza Rodríguez y Héctor Moreno, así como Ricardo Osorio, Andrés Guardado y los delanteros Giovani y Jonathan dos Santos, Carlos Vela y Guillermo Franco. En duda está el casi inactivo Nery Castillo.
Pese a tal constelación de foráneos, llama la atención que en los análisis que se hacen en el exterior sobre el Tri se ubica como su principal figura al creativo Cuauhtémoc Blanco, jugador del Veracruz del circuito de ascenso, siempre polémico y controvertido, quien hoy hace airados reclamos a los dirigentes del América, pero en cuyo talento se basó gran parte de la conquista del boleto mundialista.
Las arcas están vacías. Los equipos de la liga mexicana –muchos golpeados por la crisis económica– mantuvieron la tendencia de gastar poco en refuerzos y cifran sus esperanzas de repuntar e incluso de sobrevivir tan sólo apoyados en las ganas de los jugadores, dispuestos a dar su máximo rendimiento para llamar la atención de Aguirre y conquistar un lugar en la selección.
El América sigue haciendo valer su condición de equipo consentido de Televisa y arrebató al Necaxa a Luis Alonso Sandoval, quien tuvo destacada labor con el Morelia; a cambio, vistió de rojiblanco a Juan Carlos Mosqueda. No obstante, los Rayos tienen en la mira el ascenso; el técnico Omar Arellano no es supersticioso y sumó a sus filas a Javier Saavedra, jugador que ha perdido cinco finales, pero que tuvo una gran actuación con Indios de Ciudad Juárez en el torneo Clausura 2009.