París, 27 de diciembre. El cineasta franco-polaco Roman Polanski, en arresto domiciliario en Suiza, se declaró hoy domingo emocionado por la cantidad de testimonios de simpatía y de apoyo que sigue recibiendo, en una carta transmitida por el filósofo Bernard-Henri Lévy.

Estoy emocionado por el número de testimonios de simpatía y de apoyo que recibí en la cárcel de Winterhur y que sigo recibiendo aquí, en este chalet de Gstaad, en el que estoy pasando las fiestas de fin de año con mi esposa y mis hijos, escribió en un mensaje dirigido al francés Bernard-Henri Lévy y que autorizó publicar.

Se trata de las primeras declaraciones públicas de Polanski desde su arresto.

El cineasta, detenido el pasado 26 de septiembre a petición de la justicia estadunidense a su llegada a Zurich, Suiza, para un festival de cine, fue liberado el 4 de diciembre bajo fianza y puesto en arresto domiciliario en su chalet de la elegante estación de los Alpes suizos.

Estados Unidos pide a Berna que debe decidir, a principios de enero, extraditar al franco-polaco, reclamado por la justicia estadunidense por abuso sexual de una menor de 13 años en 1977. La semana pasada, la justicia de ese país se negó a cerrar el caso.

Polanski destacó en la carta que estos mensajes de apoyo le llegan del mundo entero y expresó su reconocimiento: “Me gustaría poder decirles, a cada uno, lo bien que se siente cuando se está encerrado en una celda, oír, cada mañana, al recibir el correo, el murmullo de la solidaridad.

Cada una de sus palabras ha sido, para mí, en los momentos más oscuros, y siguen siendo en mi situación actual, un gran consuelo y motivos de esperanza, dijo.

Polanski explicó querer responder a todos estos mensajes, pero lo consideró imposible, habida cuenta de la cantidad que representa, y autorizó a Lévy a difundir estas líneas.

Bernard-Henri Lévy ha denunciado públicamente en varias ocasiones un ensañamiento de los jueces estadunidenses contra Roman Polanski y un linchamiento en la opinión pública, en particular en Francia.