Ciudad del Vaticano, 26 de diciembre. El Vaticano dijo este sábado que aún no ha decidido si adoptará acciones legales en contra de la mujer que hizo caer al Papa Benedicto XVI, mientras aumentaban los llamados por una mayor eficiencia en su seguridad.

Susanna Maiolo, de 25 años de edad, quien se lanzó sobre el pontífice, está por lo pronto bajo tratamiento siquiátrico obligatorio de siete días, pero no hay cargos penales contra ella.

El cardenal francés Roger Etchegaray, quien sí resultó herido el pasado jueves durante la caída que fue provocada por la mujer, será operado de la cadera este domingo o el lunes próximo.

El también vicedecano del Sagrado Colegio Cardenalicio estaba en medio de los empujones que se provocaron cuando Maiolo se arrojó sobre el Papá y resultó herido. Fuentes cercanas al prelado, de 87 años, dijeron que Etchegaray está optimista.

El líder religioso católico pareció estar en buenas condiciones durante su aparición al mediodía de este sábado por una ventana que da a la Plaza de San Pedro, para dirigirse a los fieles al día siguiente de Navidad.

El Vaticano dijo que sus funcionarios del sector Justicia decidirán durante los próximos días qué acciones tomarán en contra de Maiolo, ciudadana ítalosuiza.

Sorpresa clerical

Susanna Maiolo sorprendió a los católicos y a la seguridad vaticana al superar una valla en la basílica, llegar hasta el Papa, agarrarse a sus vestimentas y derribarlo sobre el suelo de mármol.

Usualmente los que cometen ofensas en el Vaticano, que es Estado soberano rodeado por Roma, son entregados al sistema de justicia italiano para ser procesados.

El turco armado que disparó y casi mató al ya fallecido papa Juan Pablo II en 1981, fue juzgado en una corte italiana y sentenciado a cadena perpetua.

Sin embargo, Maiolo tiene un historial de enfermedades mentales y aún no está claro si ella tuvo intenciones de causar daño al Papa. La mujer no estaba armada y el pontífice no resultó herido.

Un portavoz dijo que la justicia del Vaticano generalmente es benevolente, y señaló que Maiolo probablemente será internada a largo plazo en una institución siquiátrica italiana y que no se presentarán cargos en su contra.

Fuentes del Vaticano dijeron que varios funcionarios de alto rango han pedido una revisión detallada de los procedimientos de seguridad, lo que permitiría que Benedicto XVI mantenga contacto con el público, a la vez que reduciría el riesgo.