El paraguayo Dante López prometió que el torneo entrante será de gran rendimiento con Pumas, pues en lo personal tiene la meta de ir al Mundial de Sudáfrica 2010 con la selección de su país, y para eso está consciente de que deberá arrancar a tope, pues sólo dispone de los tres primeros meses del año para llenarle el ojo al técnico argentino Gerardo Martino.

Los motivos de los jugadores auriazules para regalarse un torneo de revancha son muchos, pero Dante le añade los personales: quiere cumplir el sueño de ir a la Copa del Mundo con el equipo guaraní, que hará pretemporada en Francia, y en el cual se planean importantes partidos de preparación a partir de marzo.

Todo se reduce a un par de meses que deben jugarse a tope, en los que la exigencia será muy grande, pero estamos preparados, con muchas ganas de dar una buena temporada, manifestó el delantero, quien aspira a acompañar a su coterráneo, el defensa Darío Verón, a la justa mundialista.

En cuanto al equipo del Pedregal, López manifestó que los veteranos o jugadores de más experiencia en el plantel tendrán la obligación de abrigar a los juveniles que empezarán a recibir la oportunidad de jugar.

“Sé que hay críticas por la falta de refuerzos, pero nosotros vamos a tratar de callar a todos en la cancha. Los jóvenes pueden ayudar mucho a mantener el estilo de Pumas, porque ellos llegan con gran motivación, ganas de destacar, mostrarse y correr para disputar cada balón. Entonces nosotros debemos ayudarles para irse integrando al primer equipo.

También aportarán cosas importantes para sostener la garra y dinámica. El equipo no se caerá. Claro que los de mayor experiencia debemos tener el mando y saber bien lo que vamos a hacer. Tenemos claro que el objetivo es llegar a la liguilla, sostuvo.

Dante reconoció tener enfrente una revancha especial por el escaso número de anotaciones: es algo personal, nos faltaron goles en este torneo tan malo que tuvimos, dejamos ir muchos puntos en partidos importantes porque el balón se estrelló en el poste o se fue a un lado. Hay que hacer tantos, pero sin dejar de lado el juego que nos caracteriza.