Antes de que el Senado apruebe las reformas a la Ley Orgánica de la Armada de México –propuestas en octubre pasado por el presidente Felipe Calderón– en la práctica los miembros de la Marina ya tienen más participación en los operativos en tierra contra el narcotráfico, entre ellos el reciente en Morelos, donde falleció Arturo Beltrán Leyva.

La propuesta del Ejecutivo tiene como propósito legitimar la mayor participación de la Armada en temas de seguridad pública, advirtió el senador del PT Ricardo Monreal.

En tanto, el presidente de la Comisión de Marina, el panista Sebastián Calderón Centeno, informó que el dictamen ya está listo y confía en que se discuta en febrero, en cuanto empiece el próximo periodo de sesiones, ya que es fundamental –dijo– que la Armada se modernice y se emprenda una reorganización de su estructura político-militar, para que tenga más eficacia en el combate al crimen organizado.

La iniciativa otorga facultades a la Armada más allá de la protección de litorales y le permite que por sí o conjuntamente con el Ejército y la Fuerza Aérea, o en coordinación con los tres niveles de gobierno, cuando el mando supremo lo ordene o las circunstancias así lo requieran, pueda ejercer sus funciones.

En la exposición de motivos, Calderón señala que México enfrenta grandes amenazas a su soberanía, lo que obliga a contar con una Armada capaz de erradicar, disuadir o neutralizar las actividades ilícitas de cualquier agresor. Se requiere contar con un marco jurídico que respalde tanto las actividades relativas a la defensa exterior como las que derivan de la seguridad interior del país, buscando adecuar las normas con la realidad de los fenómenos sociales, nacionales e internacionales.

Para ello, se modificará la Ley Orgánica de la Armada de México, a fin de que le brinde certeza jurídica a su estructura y actividades.

La reforma incluye una reorganización de carácter político-estratégico de los mandos navales en ambos litorales, para dar mayor eficacia a la participación de la Armada en el combate frontal y efectivo a la delincuencia organizada y la inseguridad, así como para proteger la vida, el patrimonio y la integridad de los mexicanos.

Entre los cambios figuran sustituir la denominación de región naval central por cuartel general del alto mando, con nivel de mando superior en jefe, estableciéndose la integración y misión que tendrá este organismo, con el propósito de que cuente con mayor soporte jurídico.