a buena nueva es que en noviembre pasado la tasa oficial de desempleo abierto en el país se redujo a 5.26 por ciento de la población económicamente activa, en comparación con el mes inmediato anterior; la mala, que en los últimos 12 meses ese indicador se incrementó de 4.47 a 5.26 por ciento (casi 18 por ciento de avance), con lo que alrededor de 2.5 millones de mexicanos se mantienen en tal condición; y la peor, que con Felipe Calderón instalado en Los Pinos dicha tasa ha crecido alrededor de 50 por ciento, lo que ni lejanamente sustenta el festivo discurso calderonista en materia laboral.

Cuando el presidente del empleo llegó a Los Pinos, el desempleo abierto afectaba, oficialmente, a 3.58 por ciento de la población económicamente activa; en noviembre de 2007 tal indicador se redujo marginalmente (a 3.46 por ciento) y en igual mes, pero de 2008, se incrementó a 4.47 por ciento. A un año del catarrito, la estadística gubernamental reconoce que 5.26 por ciento de la PEA se encuentra en tan deplorable circunstancia.

Como se constata, las cifras más recientes del Inegi (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo; Indicadores Oportunos de Ocupación y Empleo; noviembre de 2009), divulgadas ayer, demuestran que, como siempre, el carismático secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, tiene razón: “pese a la crisis –y la caída de 7 por ciento del producto interno bruto– México no perdió empleos este año”. Y, para el sector formal de la economía (en el que se ocupa uno de cada tres mexicanos), las estadísticas del IMSS hacen lo propio: de noviembre de 2008 al mismo mes del presente año, se cancelaron 313 mil plazas, con lo que igual número de trabajadores inscritos en el Instituto pasaron al ejército de reserva (esa cifra negativa resulta de la extinción de 361 mil plazas permanentes y la creación de 48 mil eventuales). A lo largo de 2009 el IMSS reporta la creación neta de 14 mil plazas laborales, aunque esa cifra es producto de la cancelación de 161 mil puestos permanentes y la creación de 175 mil eventuales. De cualquier forma, al cierre de noviembre pasado el número de trabajadores registrados en el Instituto resulta igual al observado a mediados de 2007.

Así está el panorama laboral, que, como siempre, no cuadra con el festivo cuan grato discurso oficial. De acuerdo con el citado reporte del Inegi, a nivel nacional la tasa de desocupación fue de 5.26 por ciento de la PEA en noviembre pasado, porcentaje superior al registrado en igual mes de 2008 (4.47 por ciento). Por sexo, en igual periodo el desempleo entre los hombres presentó un crecimiento de 4.68 a 5.32 por ciento, y entre las mujeres avanzó de 4.12 a 5.15 por ciento.

En noviembre de 2009 el 29.6 por ciento de los desocupados no completó los estudios de secundaria, mientras que los de mayor nivel de instrucción representaron el 70.3 por ciento de los desempleados. Las cifras en materia de subocupación son de 46.4 y 53.5 por ciento, respectivamente. Cifras desestacionalizadas muestran que en dicho mes la tasa de desocupación abierta afectó a 5.67 por ciento de la PEA, nivel inferior al del mes previo (5.75 por ciento).

Por lo que toca a las 32 principales áreas urbanas del país (aquellas con 100 mil habitantes en adelante), la tasa de desempleo abierto fue de 6.17 por ciento en noviembre pasado, una proporción 0.83 puntos porcentuales por arriba de la observada en noviembre de 2008. Con base en cifras desestacionalizadas, dicho indicador disminuyó 0.43 puntos porcentuales en relación con la de octubre de 2009. Sirva de referencia que en los nueve años de estadía panista en Los Pinos, el desempleo urbano pasó de 1.9 por ciento de la PEA el primero de diciembre de 2000 a 6.17 por ciento, es decir, un modesto incremento de 225 por ciento en el periodo.

El Inegi informó que en noviembre de 2009 la población subocupada (la que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas) representó 8.2 por ciento de la población económicamente activa (alrededor de 3.9 millones de mexicanos) y 8.7 por ciento de la población ocupada. Estas proporciones son más altas que las del mismo mes de un año antes, cuando se ubicaron en 7.2 y 7.6 por ciento, respectivamente. Más hombres que mujeres presentaron características de subocupación en el citado mes: 9.9 y 6.8 por ciento, respectivamente. De acuerdo con cifras desestacionalizadas, este indicador se redujo 0.41 puntos porcentuales en noviembre pasado respecto del mes inmediato anterior.

De acuerdo con el referido Instituto, los datos preliminares indican que 59.5 por ciento de la población de 14 años y más es económicamente activa (ocupada o en busca de estarlo), mientras que 40.5 por ciento se dedica al hogar, estudia, está jubilado o pensionado, tiene impedimentos personales o lleva a cabo otras actividades (población no económicamente activa). Del total de ocupados, 65.8 por ciento opera como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo, 4.5 por ciento son patrones o empleadores, 22.8 por ciento trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados y 6.9 por ciento opera en los negocios o en parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos pero sin un acuerdo de remuneración monetaria. En el ámbito urbano de alta densidad de población, conformado por 32 ciudades de más de 100 mil habitantes, el trabajo subordinado remunerado representa 72.6 por ciento de la ocupación total, es decir 6.8 puntos porcentuales más que a nivel nacional.

Por sector de actividad, en noviembre pasado la población ocupada se distribuyó de la siguiente manera: en los servicios se concentró 41.6 por ciento del total; en el comercio 20.2 por ciento; en la industria manufacturera 15.3 por ciento; en las actividades agropecuarias 13.9 por ciento; en la construcción 7.4 por ciento; en otras actividades económicas (que incluyen minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.8 por ciento y el porcentaje restante no especificó su actividad.

Las rebanadas del pastel

Llegó la llamada noche buena, con pollos y sidra a precios mayores a los del caviar y la champaña, pero, bueno, de cualquier forma felices fiestas y los mejores deseos de México SA. Nos encontramos el sábado. ¡Salud!

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