Buenos Aires, 23 de diciembre. A sólo diez días de su nombramiento como ministro de Educación del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, renunció Abel Posse, escritor y ex diplomático, repudiado por maestros, estudiantes, intelectuales, artistas, movimientos políticos y legisladores, por sus declaraciones favorables a la pasada dictadura militar, y que los jóvenes están drogados y estupidizados por el rock

Es otro golpe para el gobierno del empresario derechista Mauricio Macri, de Propuesta Republicana (Pro), un partido que emergió en los últimos años, y que habría tomado este nombre de uno de los primeros discursos del ex dictador Jorge Rafael Videla.

Éste presentó su Propuesta Republicana a unos dos meses del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 cuando se instaló una de las más cruenta dictaduras en la historia nacional.

Un grupo de legisladores sostuvo hoy que la renuncia de Posse es un triunfo de los valores democráticos, y que la democracia ganó al fascismo.

Evaluaron que el fuerte rechazo que unió a diversos sectores, incluso enfrentados entre sí, fue una muestra de la madurez de nuestra sociedad en cuanto al respeto de los derechos humanos.

La legisladora Graciela Alegre, de Encuentro Popular para la Victoria, dijo que Macri debió retroceder una vez más ante la presión de miles de vecinos de nuestra ciudad que rechazaron su política educativa oscurantista y antidemocrática, lo que marca un camino a seguir porque demuestra lo que podemos lograr cuando nos juntamos todos los sectores populares y democráticos, dejando de lado diferencias coyunturales.

Pero alertó sobre la crisis educativa en esta ciudad donde el presupuesto del área favorece al sector privado en detrimento del público, no prevé aumentos salariales, ni obras de infraestructura.

El gobierno porteño confirmó que Posse será remplazado por el actual diputado Esteban Bullrich, un hombre de la derecha dura aquí.

Bulrich deberá demostrar que escuchó las miles de voces y reclamos que exigen un cambio en la política educativa de Macri, como también en lo cultural y socia, señalaron los legisladores.

Posse, quien trabajó para la dictadura en la embajada en Francia, admitió que presentó la renuncia ante el muro que le habían levantado los gremios docentes, pero sostuvo que no estaba arrepentido en absoluto de sus expresiones y que decidió irse porque no quiere ser un héroe solitario frente a otros políticos que solo piensan en 2011.

Macri ha batido en poco tiempo el récord de nombramientos seguidos por renuncias, como fue el caso de dos jefes policiales de la Policía Metropolitana, que intenta instalar, los cuáles fueron acusados con pruebas fehacientes de espionajes y otros graves delitos contra la sociedad.

Por otra parte, la justicia dio un paso muy importante en la primera sentencia dictada contra el terrorismo de Estado en la provincia de Santa Fe, donde un Tribunal Oral Federal condenó a 21 años de prisión el ex juez federal Víctor Brusa, funcionario judicial durante la dictadura, acusado de presenciar sesiones de tortura a secuestrados y haber participado en diversos delitos de lesa humanidad junto a policías y militares.

La Liga por los Derechos del Hombre había solicitado penas de prisión perpetua para todos los acusados varios de los cuáles fueron condenados también junto al ex juez, después de un juicio donde se escucharon dramáticos testimonios de sobrevivientes y familiares.

Brussa fue designado juez durante el gobierno del ex presidente Carlos Menem (1989-1999) y fue destituido hace nueve años por el Consejo de la Magistratura por no haber asistido a un bañista al que embistió con su lancha en el río Paraná y cuando ya los organismos de derechos humanos solicitaban su enjuiciamiento por estos otros delitos imprescriptibles.

El ex magistrado menemista fue encontrado culpable por ocho casos de apremios ilegales.