Organizaciones civiles y religiosas continuaron ayer el debate en torno al reconocimiento legal de los matrimonios gay en el Distrito Federal. Las primeras resaltaron que la reforma legislativa es un avance contra la discriminación y un mensaje a la sociedad para superar esquemas arcaicos y morales. Por el contrario, las agrupaciones condenaron los cambios y pidieron al jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, que ejerza su poder de veto y someta el tema a plebiscito.

El director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (CMDPDH), Juan Carlos Gutiérrez, resaltó que la sociedad debe entender que no todos somos iguales, que somos diferentes, y existe la necesidad de generar un debate para reconocer los derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales, entre otros.

El secretario ejecutivo de la Red Todos los Derechos para Todos, Édgar Cortez, advirtió que hay que estar atentos porque el escenario que se espera próximamente es de regresión, es decir, que así como en las entidades se legisló para penalizar el aborto, es muy posible que haya sectores que presionen para penalizar la homosexualidad.

Armando Martínez, presidente del Colegio de Abogados Católicos, amagó con emprender un cerco jurídico en el país para que no prosperen los matrimonios gay y las adopciones en los congresos estatales, similar –dijo– al que han instalado en 18 estados en contra de los derechos de la mujer a la interrupción del embarazo.

Las iglesias católica, cristiana evangélica y ortodoxa griega condenaron las reformas en la ciudad de México porque atentan contra la institución familiar y vulneran los derechos de los infantes.

En cambio, la agrupación Católicas por el Derecho a Decidir lamentó que las iglesias sólo se pronuncien conjuntamente para limitar los derechos de las personas y se mantengan en silencio cuando mueren mujeres y niños en la impunidad, como en los feminicidios de Ciudad Juárez y otras partes del país o como sucedió en la Guardería ABC, donde murieron 49 infantes.

Los obispos auxiliar de la Arquidiócesis local, Armando Colín, y de la Iglesia ortodoxa, Athenágoras; y el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), Arturo Farela, rechazaron que en las doctrinas que representan se acepte la figura del matrimonio entre personas del mismo sexo.

En tanto, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) dijo que su voto en contra de la reforma legal en el Distrito Federal se debió a razones estrictamente jurídicas, pues desde su perspectiva provocará alteraciones graves al sistema civil y social. Señaló que el reconocimiento y el respeto pleno para las relaciones afectivas de la comunidad lésbico-gay ya se establecen en la Ley de Sociedades de Convivencia.