La variedad NK603 de Monsanto que se cultivará en 3 estados, de las que dañan hígado y riñón
Científicos europeos demuestran la toxicidad de tres variedades del grano, señala el Criigen
Miércoles 23 de diciembre de 2009, p. 33
Tres variedades de maíz genéticamente modificado producidas por la trasnacional Monsanto pueden ocasionar problemas de salud, sobre todo daños a los riñones y el hígado, revela un estudio publicado en el International Journal of Biological Sciences. Una de esas variedades –NK603– fue autorizada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para cultivarse experimentalmente en Chihuahua, Tamaulipas y Sinaloa.
La investigación demuestra la toxicidad de dichos granos, informó el pasado 11 de diciembre el Comité Independiente para la Investigación e Información sobre Ingeniería Genética (Criigen), con sede en Caen, Francia, una de las organizaciones que participó en el análisis.
De acuerdo con el estudio, por primera vez se ha comprobado que los organismos genéticamente modificados (OGM) no son suficientemente sanos como para comercializarse.
Precisa que en el caso de los transgénicos analizados, se encontró que en animales y humanos, los riñones y el hígado experimentaron problemas, pues son los principales órganos que reaccionan a la intoxicación química alimentaria
, indicó Gilles-Eric Séralini, experto de la Comisión para la Revaluación de la Biotecnología, organismo creado por la Unión Europea en 2008.
El estudio realizado por expertos de las universidades Caen y Rouen, así como por investigadores del Criigen, se basó en datos que Monsanto dio a autoridades de salud europeas con el fin de lograr que le dieran luz verde para la comercialización, pero llegaron a conclusiones muy diferentes al aplicar nuevos cálculos estadísticos.
De acuerdo con información divulgada en la página de Internet Consumer Organics, Séralini considera que las autoridades de salud se basaron en una lectura de las conclusiones que presentó la empresa Monsanto, en lugar de llegar a unas propias derivadas del estudio de los datos.
Los investigadores obtuvieron la documentación completa luego de una decisión legal y plantean como “obvio que las pruebas de Monsanto –realizadas durante 90 días– no tienen la duración suficiente para poder aseverar si los OGM pueden causar enfermedades crónicas”. Por eso consideraron necesario que los estudios tuvieran una duración de al menos dos años.
Ante el riesgo que dichos granos transgénicos representan para la salud, los científicos demandaron una prohibición firme
sobre su importación y cultivo. Se trata de los desarrollos MON810, MON863 y NK603, los cuales ya han sido aprobados para el consumo humano y animal en la Unión Europea y en Estados Unidos
, indicó Séralini.
De acuerdo con Consumer Organics, el experto afirma que de esas variedades, MON810 es la única que se cultiva en algunos países de la Unión Europea, sobre todo en España, y las otras dos se importan. La NK603 es una de las autorizadas por la Sagarpa para el cultivo experimental de maíz transgénico, y aparece en el listado de permisos otorgados por la dependencia.