El reclamo de la perredista Enoé Uranga, en la Comisión Permanente del Congreso, a las cinco legisladoras conocidas como juanitas fue ignorado por el pleno, que en votación fast track abrió paso al punto de acuerdo para que las mujeres cedieran su lugar.

Las legisladoras han sido llamadas juanitas por haber cedido su lugar a tres nuevos diputados de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM), uno del Revolucionario Institucional (PRI) y otro del Trabajo (PT).

Enoé Uranga les reclamó por ser mujeres que lamentablemente se prestaron para servir de prestanombres, para dar paso a sujetos que fueron incapaces de ganarse un lugar en las urnas.

Ayer en la última sesión del año de la Comisión Permanente se concretó la cesión de curules entre cinco de las juanitas que desde el inicio de la actual legislatura señalaron que abandonarían sus posiciones en la Cámara de Diputados.

En sesión de trámite, el secretario de la mesa directiva de la Permanente, Luis Alberto Villarreal, leyó: “se recibieron solicitudes de licencia de los siguientes diputados: Anel Patricia Nava Pérez, Laura Elena Ledesma Romo, Mariana Ivette Ezeta Salcedo, Ana María Rojas Ruiz, Carolina García Cañón, Álvaro Raymundo Vargas Sáenz, Oralia López Hernández, Julián Francisco Velázquez y Llorente y María Elena Perla López Loyo.

De ellos, solicitaron licencia por tiempo indefinido Anel Patricia Nava Pérez (PT), Laura Elena Ledesma Romo, Mariana Ivette Ezeta Salcedo, Carlona García Cañon (PVEM), Ana María Rojas Ruiz (PRI), todas ellas juanitas, y al diputado Álvaro Raymundo Vargas Sáenz (PAN).

La perredista Enoé Uranga reclamó el hecho porque se trata de un fraude a la ley. Las mujeres están siendo otra vez sujetos de discriminación política.