El portero de la selección mexicana Guillermo Ochoa se ilusiona con la posibilidad de ganar el Mundial Sudáfrica 2010, porque es un sueño que he tenido desde niño y nadie me lo puede quitar. Cualquiera lo tiene.

Al término de la promoción para dotar de baterías a los aparatos usados por miles de niños con problemas de audición, Ochoa insistió en que todo futbolista tiene la ilusión de ganar un certamen de esa naturaleza, y mientras lo tengas en la cabeza y lo trabajes, nadie te lo puede quitar; así es como se puede hacer realidad: primero soñando.

Aunque puntualizó que por ahora no tiene nada seguro, el guardameta no descartó la posibilidad de que en 2010 logre otra de las ilusiones largamente acariciadas: emigrar a algún equipo de Europa, porque me encantaría jugar ahí; nunca he quitado el dedo del renglón, por lo que sigo trabajando en espera de esa oportunidad.

El también portero del América aseguró que ve al Tri en la segunda ronda del certamen mundialista, porque tiene lo necesario para lograrlo. Confío mucho en la selección y en la calidad de los jugadores, pero por supuesto que debe irse partido a partido.

Aunque la exigencia es mayúscula, se da tiempo para hacer labores altruistas, sabedor de que se convierte en un imán para la gente, así que en lo que menos piensa es en vacaciones, porque eso a quién le importa cuando viene un año muy cargado de ilusiones; del Mundial, donde por supuesto me gustaría participar, y con su club, en el que deposita todas sus esperanzas de que clasifique a la Copa Libertadores, pero sobre todo estar en las mejores condiciones para encarar los torneos en los que logre participar, porque todos son sacrificios que valen la pena y a uno como jugador no le cuestan.

Ochoa participó ayer en una campaña altruista convocada por una compañía de baterías, otra de aparatos electrónicos y una televisora.