Pretextan búsqueda de sicarios; en Coyuca de Catalán, otra irrupción
Viernes 18 de diciembre de 2009, p. 5
Chilpancingo, Gro., 17 de diciembre. Unos 100 militares tomaron por asalto la casa del estudiante Pancho Villa –ubicada en esta capital y dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG)– y golpearon a quienes dormían en el inmueble, con el pretexto de que buscaban a presuntos sicarios de Arturo Beltrán Leyva, El jefe de jefes, muerto durante un enfrentamiento ocurrido el miércoles en Cuernavaca, Morelos.
Concepción Lamas Tolentino, alumna de la Escuela de Economía de la UAG, señaló que alrededor de las cuatro de la madrugada “empezamos a escuchar fuertes ruidos. Eran los soldados golpeando las puertas. Era algo aterrorizador, al grado que muchos de los 14 chavos que en ese momento se encontraban en el lugar estaban temblando.
“A uno de los compañeros los soldados lo tiraron al piso y le pusieron las botas en la cara. A otro lo golpearon en el cuerpo y a uno más en la cara, en tanto que a los 11 restantes nos tiraron al suelo boca abajo y con las manos en la cabeza, a pesar de que nos identificamos con nuestras credenciales.
“Uno de los soldados nos dijo: ‘no sé si sepan que murió uno de los Beltrán (Arturo), y por eso nos dieron esta dirección, porque nos dijeron que los sicarios huyeron de Morelos al estado de Guerrero’. Los soldados nos empezaron a tomar fotografías y nos quitaron dinero.”
Los estudiantes demandaron al rector Arturo Contreras que denuncie esta violación a la autonomía y que el Consejo Universitario haga la acusación formal.
Representantes de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos visitaron la casa estudiantil para elaborar un reporte.
En el puerto Las Ollas, municipio de Coyuca de Catalán, soldados irrumpieron alrededor de la una de la madrugada de hoy, y permanecieron hasta las siete horas, denunció a su vez Javier Monroy, director del Taller de Desarrollo Comunitario.
Yesenia Campos Cortés informó vía telefónica que alrededor de la una de la madrugada de hoy elementos del Ejército irrumpieron de manera violenta en la comunidad y secuestraron por varias horas a Javier Tapia, a quien golpearon e interrogaron hasta el amanecer en la casa de Edith Ávila, donde se apropiaron de alimentos y de otras pertenencias, con la amenaza de volver
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Habitantes de la comunidad manifestaron que hubo una inusual movilización militar, que incluyó sobrevuelos de aviones y helicópteros.
Recordaron que ésta es la sexta incursión en esa comunidad serrana en lo que va del año.