Una explosión de ritmos cimbró el sobrio escenario del Teatro de la Ciudad el miércoles cuando la Banda Mixe de Oaxaca disputó con unos músicos macedonios lo que se denominó el Fandango gitano.

Con la galería atestada, la agrupación proveniente del poblado de Santa María Totoltepec, en la serranía noreste de Oaxaca, hizo las veces de anfitriona de apenas una cuarteto de integrantes de la poco conocida Kocani Orkestar, agrupación originaria de Macedonia, la ex Yugoslavia, precisamente del poblado que da nombre a la agrupación.

Pero si los Kocani eran poco conocidos por algún sector de los asistentes, su arte y talento se encargaron de hacerlos inolvidables tras poco más de 120 minutos de alternar o, ya en momentos de éxtasis, incorporarse a la orquesta serrana para el deleite del respetable.

El público, en su mayoría gente joven, adolescentes y veinteañeros, disfrutó de la velada como de ello dieron prueba sus frenéticas ovaciones y sus similares danzas en la estrechez de los pasillos de la planta baja, ante la envidiosa mirada de quienes ocuparon las localidades de la parte alta, donde el baile –si así se le puede llamar– se dio en los asientos.

Ambas agrupaciones graban con el mismo sello, por ello se realizó el concierto.

De la Kocani vino apenas un cuarteto, lo cual no obstó para que dejaran constancia de su validez musical. Completa, esto es con sus 12 integrantes, la orquesta rescata parcialmente la tradición de las bandas militares turcas en sus presentaciones en las festividades balcánicas.

Acordeón, clarinete, trompeta y un tamborcillo fueron los instrumentos de los visitantes europeos.

Por su parte, los oaxaqueños desplegaron un amplio repertorio que abarca intromisiones en ritmos no tan tradicionales y, a ratos, navegó por las aguas del funk, habilidad que también demostraron los Kocani.

La llorona, de los de casa, y Moliendo café, de los visitantes, fueron apenas dos de de las melodías que pudieron ser identificadas por oídos no avenidos, pero claro quedó que las otras interpretadas fueron por igual llenas de energía.

Tuba, trompetas, trombones, tumbadoras, saxofones, clarinetes y una excelente flautista, sin demérito de los demás atrilistas, forman la Banda Mixe, que el domingo arrancó aplausos en el festival del Anahuacalli.

Piezas tradicionales de la región, algunas a tempo más rápido que el usual, otras muy adanzonadas y otras más de súbita explosión, fueron parte del repertorio. Los de Oaxaca van por su primer disco, Remixes, en el que contribuyó Steven Brown, saxofonista residente en aquellas tierras, quien también estuvo en el fandango.

Leovigildo Martínez, trombonista director de la Banda Mixe, asentó que la experiencia fue redituable, pues les abrió un campo hasta entonces distante e inexplorado; lo mismo con los macedonios, a quienes se les pudo arrancar una declaración cuando algunos asistentes los asediaron al final de su actuación.

Esto fue un intercambio tanto de ritmos como de ideas, aunque hay similitudes en nuestras músicas, manifestó el acordeonista.

La Kocani, formada en 1994, volverá completa en 2010.