El cardenal Norberto Rivera Carrera se pronunció por realizar reformas a las leyes y al Código Penal para que las personas que se encuentran presas por delitos menores puedan pagar su error de otra manera y no con pena de cárcel.

Al oficiar una misa de fin de año ante unos mil internos del Reclusorio Oriente, el arzobispo primado de México señaló: He visto en la estadística cómo muchos de ustedes están aquí por delitos muy pequeños, podría decir yo que no acreditan su estancia aquí.

Cuestionó que esta situación ha provocado que los reclusos vivan en condiciones de hacinamiento, como es el caso del Reclusorio Oriente, donde se encuentran alrededor de 12 mil personas, por lo que hizo votos para que los que cometieron delitos menores y han mostrado buen comportamiento recuperen pronto su libertad.

Rivera Carrera, quien al momento de dar la comunión a decenas de internos todo el tiempo estuvo rodeado por su personal de seguridad, manifestó: Esperamos que pronto esa ley cambie y ustedes, si cometieron un error, lo puedan pagar de otra manera.

Como cada año en estas fechas, el jerarca de la Iglesia católica ofició la homilía en el patio principal del citado reclusorio, para lo cual se implementó un fuerte dispositivo de seguridad con custodios y algunos internos, además de que en la ceremonia participaron varios reos, quienes se encargaron de la primera y segunda lectura de pasajes de la Biblia, rezos y cánticos.

Internos en el Reclusorio Oriente pidieron ayer al cardenal Norberto Rivera les bendijera sus imágenes religiosasFoto Carlos Ramos Mamahua

Luego del acto religioso, Norberto Rivera colocó la primera piedra de una capilla que se construirá en el Reclusorio Oriente, para que los presos tengan un lugar donde rezar, momento que aprovecharon algunos internos para pedirle que bendijera cuadros con la imagen de la Virgen de Guadalupe, principalmente.

Durante la homilía, el arzobispo dio un mensaje de esperanza y reconciliación a los presos, y los exhortó a seguir luchando y sobreponerse a situaciones de extrema complejidad, como estar privados de su libertad, pues, agregó, se puede superar cualquier obstáculo.

No guarden amarguras y odios, porque ustedes mismos se dañan, se destruyen, reconciliense con los que han roto, que los han abandonado, reconciliense con ustedes mismos, pidió el cardenal a los internos.