Managua, 15 de diciembre. El presidente constitucional hondureño Manuel Zelaya denunció hoy que el gobierno de facto insiste en su pretensión de forzarlo a renunciar al cargo a cambio de un salvoconducto que le permita salir del país, aplicando la extorsión y el chantaje, se informó en un comunicado divulgado en Nicaragua por la embajada de Honduras.

Zelaya, que sigue en la embajada brasileña en Tegucigalpa, reiteró que no renunciará al mandato que le otorgó el pueblo y que concluirá el 27 de enero. Afirmó que el régimen golpista le impidió viajar a República Dominicana para participar en un diálogo con el presidente electo Porfirio Lobo, auspiciado por el mandatario dominicano Leonel Fernández.

Han transcurrido 170 días desde el 28 de junio, fecha en la que como presidente electo por el pueblo fui secuestrado y desterrado a Costa Rica por un golpe de Estado militar, y 85 días de ataques y torturas de todo tipo en la sede diplomática de Brasil, en donde hemos soportado el aislamiento y la represión con mi familia y amigos, expuso Zelaya.

El gobernante de facto, Roberto Micheletti, reiteró en Tegucigalpa que no renunciará como pidió Lobo, que busca alternativas para dejar atrás la crisis. Después de una entrevista que sostuvieron ambos la víspera, dijo que no renunciará hasta que termine el periodo que me corresponde constitucionalmente hasta el 27 de enero, y subrayó que sólo el Congreso lo puede destituir.

Calificó de patraña la petición de su retiro y reiteró que Zelaya puede marcharse sólo como asilado político a donde quiera, excepto a países de Centroamérica para evitar ataques.

Lobo anunció que tratará de convencer al Congreso de la necesidad de conceder una amnistía que abarque a todos los involucrados el 28 de junio, día del golpe militar, porque debemos dejar las cosas en paz.

Dijo que era hombre de diálogo y que quería reunirse con todo el mundo, y que se debe aprender a vivir en el disenso.