Y colorín, colorado... el príncipe y el príncipe vivieron para siempre muy felices. Así es el final de la obra de teatro Príncipe y príncipe, dirigida por Arcelia Ramírez, que aborda el tema de la diversidad sexual y defiende la libre elección de pareja, para niños desde los 6 años de edad. No es solemne, sino, por el contrario, muy divertida.

En entrevista con La Jornada, Arcelia Ramírez expresó que esta puesta en escena adquiere gran actualidad por el tema que trata, el cual es necesario explicar a las nuevas generaciones, en aras de la tolerancia. “Esta obra fue escrita por Perla Schumaiger, quien se basó en un cuento holandés. Nosotros hicimos la versión teatral de este texto. Actúan Paloma Wulrish, Tomás Rojas, Miguel Romero, Leonardo Ortiz y Marcela Castillo.

Subrayó que la anécdota es muy sencilla y clásica, “solo tiene una vuelta de tuerca: la reina está cansada de estar sola y le pide a su hijo que se case para que la ayude a gobernar, por lo que se hace la consabida visita de las princesas para elegir a una de ellas.

Una de ellas llega con su hermano, el llamado Príncipe Azul, y el Príncipe Tadeo, quien es el que busca novia, se enamora del hermano.

Se trata, precisó, de un texto contemporáneo que tiene como principal finalidad hablar sobre la diversidad, el respeto y la tolerancia. Es importante hablar a los niños de estos temas. Es una puesta muy divertida y el publico que la ha visto sale contento. Los príncipes no son guapos en el sentido tradicional, sino que aquí son buenos actores; no estamos dentro de la convención de belleza que se busca en los cuentos de princesas. Lo que quisimos es romper con todo el estereotipo.

Príncipe y príncipe se estrenó en la cuarta muestra de Artes Escénicas que organiza el Sistema de Teatros del Gobierno del Distrito Federal en el teatro Benito Juárez; siguieron otras funciones en el teatro Sergio Magaña y hoy, a la una de la tarde, se presentará de nuevo en el teatro Benito Juárez (Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc).

Polémico, pero con resultados

Ramírez agregó que este tipo de teatro es polémico, pero sus resultados han sido excelentes, pues el público ha mostrado un grado de madurez elevado. Hay temas que no se deben ocultar a los niños, y el teatro para ellos en los últimos años ha dado pasos firmes para progresar. Todo ello con un alto nivel artístico.

Criticó el uso generalizado del termino gay, pues piensa que las etiquetas no ayudan a entender la diversidad. “Las etiquetas dañan. El asunto de lo gay establece que los homosexuales siempre deben estar alegres, lo cual es absurdo. Nosotros mostramos una pareja homosexual y otras dos heterosexuales, lo que nos posibilita abarcar un público más amplio.

“Han llegado adolescentes y nos hemos dado cuenta que son los más conservadores, pero eso se debe a que están en una etapa de definición. Lo bueno es que han llegado personas de todas las edades. Pero algo nos sorprende: a los adolescentes les asusta ver esta trama y más todavía hacer una declaración pública sobre su elección sexual. Queremos que no se sientan avergonzados de ninguna manera.

“La postura religiosa en torno a este tema la considero medieval y no vale la pena detenerse en eso, pues creemos que el mundo está mucho más allá de eso. Estar en contra de la libertad de amar no ayuda en nada, y sólo aumenta el odio. La Iglesia dice cosas absurdas, como el que los homosexuales no van al cielo... Eso no tiene caso.“

La obra volverá a presentarse en 2010, en un teatro aún por definir. El costo de los boletos es de 150 pesos para adultos y 100 el de niños.